
El papa Francisco aprobó la canonización de José Gregorio Hernández Cisneros, convirtiéndolo en el primer santo venezolano. La firma del decreto ocurrió en el hospital Gemelli de Roma, donde el pontífice permanece internado por una neumonía bilateral. Durante la visita de los cardenales Pietro Parolin y Edgar Peña Parra, se oficializó la decisión.
José Gregorio Hernández, conocido como el «Médico de los pobres», nació en 1864 y falleció en 1919. Fue beatificado el 30 de abril de 2021 en Caracas. Tras su beatificación, el papa destacó su labor, señalando que fue un médico con gran ciencia y fe, que ayudó a los enfermos con caridad evangélica.
El milagro que permitió su canonización ocurrió en 2017 en el estado de Guárico. La niña Yaxury Solórzano Ortega, de 10 años, recibió un disparo en la cabeza durante un asalto. Los médicos la desahuciaron, pero su madre rezó a José Gregorio pidiendo su sanación. Sorprendentemente, la niña se recuperó, y el Vaticano reconoció este hecho como un milagro atribuido al beato.
En Venezuela, la noticia fue recibida con júbilo. Decenas de personas acudieron a la iglesia de La Candelaria en Caracas, donde descansan sus restos. Devotos compraron velas e imágenes del santo, mientras se escuchaba música folclórica. Muchos fieles, como Nataly Marcano, expresaron su emoción y agradecimiento por los favores recibidos.
El presidente Nicolás Maduro calificó la canonización como un acto de justicia para un hombre que «protector de los más humildes». Líderes opositores, como Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, también celebraron el acontecimiento. Ambos coincidieron en que este hecho renueva la esperanza de los venezolanos en un futuro mejor.