El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría iniciado una ofensiva contra políticos mexicanos con presuntos nexos con el narcotráfico. Según el periodista Luis Chaparro, especialista en seguridad y crimen organizado, trece funcionarios estarían bajo la lupa del gobierno estadounidense.
Investigación sobre narcopolíticos en marcha
En el programa Pie de Nota del 3 de marzo, Chaparro reveló que esta sería la segunda fase de una estrategia para identificar y presionar a políticos vinculados con el crimen organizado.
Según el periodista, Trump solicitó a la fiscal Pam Bondi que investigue a funcionarios mexicanos por sus posibles lazos con el narcotráfico, en especial con el tráfico de fentanilo.
En una entrevista para The Spectator, el expresidente republicano dejó claro que la decisión final sobre estos casos dependerá de Bondi, pero aseguró que la “cacería” ya comenzó.
¿Quiénes están en la mira?
De acuerdo con Chaparro, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ya tiene una lista con:
Tres exgobernadores
Cinco senadores
Cuatro diputados
Un juez o magistrado
Aunque los nombres no han sido revelados, se señala que muchos de ellos provienen de Michoacán, Zacatecas, Sinaloa y Tamaulipas, estados con fuerte presencia del crimen organizado.
Además, algunos de los políticos aún están en funciones, lo que podría generar un impacto político significativo en México.
De acuerdo con fuentes citadas por Chaparro, Washington ya solicitó la entrega voluntaria de estos funcionarios al gobierno mexicano.
“Es hora de una guerra contra los cárteles”: Trump
En un mensaje ante el Congreso, Donald Trump endureció su postura, asegurando que:
«Los cárteles han convertido la frontera con México en una zona de guerra. Es hora de que Estados Unidos libre una guerra contra ellos.»
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó las declaraciones del republicano, calificándolas como calumnias y asegurando que México no aceptará imposiciones en materia de seguridad.
Aún así, expertos advierten que Sheinbaum podría verse obligada a tomar medidas más drásticas contra el crimen organizado, algo que su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, evitó durante su mandato.
