Proponen en Yucatán un modelo de corridas de toros sin maltrato

Proponen en Yucatán un modelo de corridas de toros sin maltrato

La reciente prohibición de corridas de toros violentas en la Ciudad de México marca el inicio del fin de la tauromaquia en el país, según la defensora de los derechos de los animales Elsa Arceo, presidenta de Rescatistas Independientes Unidos Mérida, Yucatán.

Arceo considera que esta medida, aprobada por el Congreso con un solo voto en contra, debe replicarse en todo el país. En este sentido, su organización planea impulsar un proyecto de protección animal que contemple la prohibición de corridas de toros en Mérida y el resto de Yucatán.

Un modelo que comienza a extenderse

La activista destacó que la iniciativa ya ha comenzado a replicarse en Chihuahua y Puebla, y espera que más estados sigan el mismo camino.

«Desde el momento en que un toro entra a un ruedo, ya es violencia. Lo están capoteando, lo están mareando. Mucha gente cree que el color rojo los enfurece, pero eso es un mito. Los toros son herbívoros y daltónicos, no diferencian los colores», explicó.

Arceo considera que el 18 de marzo de 2024 será recordado como un día histórico para los derechos de los animales en México, al representar un paso más hacia la erradicación de espectáculos que los involucran.

Tauromaquia sin violencia: ¿un primer paso?

La reciente reforma elimina el uso de banderillas, espadas y la puntilla, reduciendo la duración de la faena de 40 a 15 minutos. No obstante, Arceo insiste en que la tauromaquia debería desaparecer por completo, junto con otras prácticas como los torneos de lazo y el rejoneo en Yucatán.

«Nosotros queremos lo mismo aquí en Yucatán y no vamos a descansar hasta lograrlo. Si es necesario, iremos a Ciudad de México para hablar con la jefa de gobierno», afirmó.

Como parte de sus acciones, Rescatistas Independientes Unidos Mérida, Yucatán presentará un proyecto que buscará legislar en favor del bienestar animal, abarcando la eliminación de las corridas de toros, los torneos de lazo y el uso de calesas tiradas por caballos.

«Esto es la crónica de una muerte anunciada para la tauromaquia en pleno siglo XXI», concluyó.

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