Este año tuve la oportunidad de vivir una experiencia súper bonita en la FILEY (Feria Internacional de la Lectura Yucatán).
Desde que llegué, sentí esa emoción especial de saber que iba a bailar en un escenario importante, representando con mucho orgullo a la Universidad Anáhuac Mayab. Me preparé para presentar mi coreografía de jazz como parte del espectáculo de arte de Mérida, donde también participaron otras universidades como la Marista, la Modelo y la UVM.
Fue increíble ver cómo cada escuela mostraba sus talentos: danza, música, teatro… ¡todo con muchísima pasión! Me encantó compartir escenario con otros estudiantes y ser parte de algo tan artístico y lleno de energía. Creo que ese tipo de espacios nos motivan a seguir creando, explorando y expresándonos desde lo que nos gusta. Además, estar detrás del escenario, con los nervios y la emoción a flor de piel, fue algo que me hizo sentir muy viva y feliz.
Después del show, fuimos a una dinámica donde regalaban bizcochitos (¡obvio que queríamos uno!), pero la fila estaba larguísima, así que decidimos dejarlo para después. En vez de eso, nos dirigimos al estante de libros, donde descubrí muchísimos títulos interesantes. Me encanta ver cómo cada año la lectura y el arte se conectan de formas tan originales en la FILEY, y cómo ese espacio se convierte en un punto de encuentro para personas con intereses tan creativos.
Además de lo artístico, me llevo también la convivencia con mis compañeros. Estar ahí, apoyándonos, tomándonos fotos, celebrando después de bailar… fueron momentos muy especiales. Creo que este tipo de eventos no solo son para mostrar lo que sabes hacer, sino también para crear memorias con las personas que comparten contigo el camino.
La verdad, me encantó vivir la FILEY de esta forma, no solo como espectadora, sino también como parte del espectáculo. Me sentí orgullosa, emocionada y muy agradecida por la oportunidad. Ojalá se repita el próximo año, porque fue una experiencia que recordaré con muchísimo cariño.
Por Ana Sofía Martínez Pastrana.
