
El pacto que encendió el crimen en PréndeMe: cuando el amor arde hasta matar
PréndeMe: cuando el amor arde hasta matar comienza con un pacto de sangre, dos jóvenes brillantes y una obsesión desbordada. Richard Loeb y Nathan Leopold, estudiantes de élite de los años veinte, jugaron con fuego y terminaron incendiados por su propia pasión.
Lo tenían todo: dinero, prestigio y juventud. Sin embargo, la ambición de poder y el deseo de probar que eran “superhombres” los llevó a cruzar una línea peligrosa. Transformaron el amor en un juego mortal y el juego en un crimen que estremeció a la sociedad
Un amor peligroso que arde hasta matar
Lo inquietante no fue solo el asesinato, sino la relación que los unía. Un amor retorcido y peligroso. En PréndeMe, esa intensidad se enciende en cada momento: miradas que manipulan, promesas que encadenan y un fuego emocional que consume a los dos.
Amar significa dominar, y entregarse significa perderlo todo. La relación se vuelve un campo de batalla donde el deseo y la manipulación arden al mismo tiempo.
Más allá del asesinato: obsesión y pasión
La puesta en escena es mínima pero poderosa: dos actores, un piano y una atmósfera cargada de misterio bastan para transmitir tensión. No hacen falta decorados lujosos, porque el verdadero espectáculo ocurre en la mente de los personajes.
Cada palabra es un fósforo encendido. Cada silencio, un respiro contenido. El espectador queda atrapado como si presenciara un secreto prohibido.
Escenario que quema: el crimen y la obsesión
PréndeMe no solo expone un crimen famoso. También desnuda lo más oscuro del ser humano: el deseo de control, la fascinación por el peligro y la incapacidad de detenerse cuando el amor se transforma en obsesión.
La obra deja preguntas inquietantes: ¿hasta dónde llegarías por la persona que amas? ¿Qué harías si tu pasión exigiera un precio demasiado alto?
La llama sigue encendida
Con funciones en la Ciudad de México, este montaje ha provocado comentarios, críticas y pasiones. Algunos lo llaman una joya oscura del teatro, otros un retrato perturbador de un amor condenado desde el inicio.
Nadie sale indiferente. PréndeMe arde, sacude y deja la sensación de haber mirado de frente la parte más peligrosa del amor.
