El líder citrícola Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA), fue asesinado el 20 de octubre de 2025 en Apatzingán, Michoacán. Su cuerpo fue encontrado dentro de un vehículo con impactos de bala, en el camino que lleva a la comunidad de Los Tepetates.
Bravo había denunciado en repetidas ocasiones las extorsiones, amenazas y presiones que enfrentan los productores de limón en la región de Tierra Caliente. De acuerdo con organismos de derechos humanos, al menos once líderes criminales controlan el cobro de cuotas en todas las etapas de la producción y venta del cítrico.
Su última aparición pública fue el 13 de octubre, durante una protesta nacional del sector citrícola. En ese evento, denunció que los productores gastan más en cultivar el limón de lo que logran ganar al venderlo.
Por ahora, las autoridades no han revelado los posibles motivos del crimen ni los avances en la investigación. Sin embargo, este hecho vuelve a poner en evidencia la vulnerabilidad de los defensores del campo mexicano, quienes enfrentan riesgos constantes en regiones controladas por la delincuencia.