El mediocampista galés Aaron Ramsey, fichado por Pumas con grandes expectativas, atraviesa una situación inusual que ha generado incertidumbre entre la afición universitaria. Desde la fecha FIFA de octubre, el jugador no ha regresado a los entrenamientos ni ha sido convocado, lo que ha desatado especulaciones sobre su estado físico y personal.
Conocido por su técnica y liderazgo en el mediocampo, Ramsey llegó al futbol mexicano con la promesa de aportar experiencia y calidad. Sin embargo, su paso por el club ha estado marcado por las dudas. Según informes de ESPN, el jugador enfrenta una lesión en el isquiotibial que lo dejó fuera de la última convocatoria de la selección de Gales y lo ha mantenido al margen del equipo.
No obstante, su ausencia se debe también a un motivo personal. Durante el parón de liga por las eliminatorias mundialistas, su mascota, una perra llamada Halo, desapareció en San Miguel de Allende, Guanajuato. Ante esto, el técnico Efraín Juárez le concedió un permiso especial para ausentarse mientras continúa la búsqueda junto con su familia.
El doble golpe —físico y emocional— ha puesto en pausa su carrera en México. Pumas no ha informado una fecha estimada para su regreso, y la situación mantiene en vilo tanto a la directiva como a los seguidores del club.
Por ahora, la historia de Ramsey en Pumas permanece en suspenso. Entre la lesión y la tragedia personal, el jugador enfrenta uno de los momentos más complejos de su carrera. La afición espera que logre superar esta etapa y retome su lugar en el equipo, aunque su futuro inmediato sigue siendo incierto.
