El pasado domingo 8 de septiembre el Presidente Enrique Peña Nieto presentó su propuesta de Reforma Hacendaria, en la cual se propone reformar los artículos 4 y 123 de la Constitución para incluir el derecho a una pensión universal y un seguro de desempleo para los trabajadores formales.
Según el Presidente, esta reforma «busca una mayor equidad social e incentivar el crecimiento económico». Asimismo, se anunció que no se gravarán alimentos ni medicinas, que el IVA no aumentará y que se pondrán impuestos a las ganancias de los dueños de empresas y a las utilidades obtenidas en la bolsa de valores
El periódico Excelsior afirma que el proyecto está basado en seis ejes fundamentales:
- Fomentar el crecimiento y la estabilidad.
- Mejorar la equidad del sistema tributario al fomentar una mayor progresividad en el pago de impuestos.
- Facilitar el cumplimiento de las obligaciones tributarias, para reducir la carga que las personas físicas y morales enfrentan al realizar estas tareas.
- Promover la formalidad, reduciendo las barreras de acceso y ampliando los servicios de seguridad social.
- Fortalecer el federalismo fiscal, al incentivar la recaudación de impuestos locales y mejorar la coordinación del ejercicio del gasto.
En mi opinión, esta reforma es una respuesta a las movilizaciones en contra de la reforma educativa y la reforma energética, ya que en ésta se reconoce que el país se encuentra en un estado de crisis y se intenta incentivar el crecimiento y la productividad.
Aun así, las propuestas de Peña Nieto deben ser revisadas cuidadosamente pues no sabemos si las consecuencias que la reforma traerá, al igual sobre si nos beneficiarán como país o nos perjudicarán.
Fuentes: http://www.excelsior.com.mx/, http://www.sinembargo.mx
Fuente de la foto: http://mexico.cnn.com