Por: Edwam Alcocer
La verdadera pregunta es: ¿El éxito de una manifestación depende de cuán abiertas tengan las manos sus participantes? Se podrían dejar las palmas abiertas y así formar una red sólida, en la que la fuerza de sus manifestantes es entrelazada y transmitida. Por lo contrario, podrían cerrarse las manos formando un mazo en contra de toda autoridad, un puño letal que estrangule la inconformidad.
Cuando la gente escucha la palabra «manifestación», por lo común pensará en la práctica que en México son las «marchas» y es inevitable no pensar en las consecuencias: la ciudad se bloqueará, habrá basura por todas partes, podrían llegar a la confrontación, incluso poner en peligro monumentos y el temor más importante: podrían perderse vidas.
¿Qué tanto funciona una oposición cuando tenemos gente que aprobará lo que les sea conveniente? Si se ha participado en una marcha, se sabe que cuando esta pregunta llega, es cuando debemos decidir qué tanto cerramos nuestras manos. Si apretamos los puños y hostilizamos en contra de la oposición, muy por lo contrario, podemos demostrar una manifestación cohesionada y comprometida.
Es demasiado difícil pensar lo que nuestro país requiere para un cambio, si se necesitan palmas o puños. Las manifestaciones sociales han provocado resultados que todos han tomado conciencia de su inconformidad, así que decir la forma en que se deben exigir los cambios es algo que requiere demasiada reflexión ya que se tienen demasiadas variables.
Lo que es seguro es que una total dedicación provoca cambios, pues «nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado, un esfuerzo total es una victoria completa». Estas palabras de Mahatma Gandhi nos tratan de decir que todo cometido se realiza cuando se ha entregado todo el esfuerzo, sin importar si los resultados son notorios o ni siquiera son apreciables. Claro que todos desean cumplir el objetivo pero el esfuerzo puede ser usado como inspiración.
El pacifista más aclamado alrededor del planeta, Gandhi, sabía totalmente que no se puede encontrar un camino para la paz, pues la paz es nuestro camino. La paz no es un instrumento que puede aplicarse.
Se necesita volver una postura ante las situaciones, involucrarla en todos los aspectos de nuestros días, así como en las decisiones más mundanas y aunque quiera tomarse otra postura ante la oposición, como la violencia.
Si los medios de comunicación están manipulados y se tiene el doble de fuerza, no se logrará más que la conciencia de los participantes directos de la manifestación. Nadie nos afirma que nos están escuchando, aunque se esté gritando.
Las redes sociales han sido una herramienta para las manifestaciones de todo tipo. La gente puede tomar conciencia, expresar la inconformidad y fundamentar pues se tiene la libertad. Si los medios no llegaran a tocar el tema, las redes sociales serán el reguero de pólvora.
No hay mejor ejemplo de como manifestarse que el que nos ha dejado Gandhi. Gracias Edwam, interesante articulo sobre un tema muy constante.