Desde tiempos inmemorables, México ha demostrado ser un pueblo indomable: desde la independencia, la expulsión de España, la revolución o el movimiento del 68, México siempre ha tratado y superado varios conflictos. Los mexicanos no sabemos de lo que somos capaces al trabajar juntos, pero a veces, el miedo y la ignorancia pueden ser el método de tortura más efectivo.
La sangre mexicana es una raza especial porque siempre ha sido luchadora, valiente, busca la libertad, inteligente, busca la igualdad y tiene muchas otras cualidades, pero ¿qué ha pasado en los últimos años?, ¿por qué el gobierno trata de manipularnos con programas de televisión tan estúpidos?, ¿cómo ganó la presidencia una persona que más de la mitad de los mexicanos odia? O todavía mas evidente, ¿cómo ganó la presidencia una persona que no ha leído, que fomenta el machismo, que no sabe hablar sin telepromter? ¿Ése es el mexicano que queremos que nos represente? No lo creo.
El gobierno mexicano nos ha estado tratando como ignorantes, pensando que, porque amamos a nuestra patria, ellos pueden manipular nuestra lealtad hacia ella como se les plazca. En ese sentido, es claro todas las distracciones que arman: Laura Bozzo con sus programas exagerados y actuaciones falsas, telenovelas exageradamente dramáticas y estúpidas, y remontándonos al pasado, las Olimpiadas del 68. No se olvide, por supuesto, el acto de mater a personas inocentes que confunden con narcotraficantes o asesinos peligrosos, la toma del Zócalo por los “maestros” o hasta el encuentro, o más bien la actuación, que hizo “El Canelo” contra Mayweather.
¿Qué nos quiere ocultar el gobierno con estas patéticas distracciones? Esto ya no es de ser nacionalista o no, de querer a la patria o no, esto es personal: ¡El gobierno se está burlando de todos y cada uno de nosotros!, pero ya no es una sorpresa. Muchos ya lo sabemos, nos damos cuenta cuando a miles de diputados y senadores les pagamos todo, y con todo, me refiero a su gasolina, sus regalillos de navidad, sus siestas cuando, se supone, deberían estar trabajando.
Nunca se han preguntado por qué el gobierno le teme al pueblo. Nosotros somos su fuente de energía inagotable, pero ellos no son nada sin nosotros. Yo estoy cansado de que el gobierno destruya nuestras esperanzas, aumente la violencia o nos robe el dinero «a lo bestia» y no se me haría muy raro que, en unos meses, el gobierno quiera poner impuestos por ir al baño o impuestos por estar estudiando.
¿Hasta cuándo vamos a detener el abuso del gobierno o hasta cuándo vamos a parar el hecho de que nos trate como basura? ¿Hasta cuándo vamos a seguir manteniendo a los funcionarios que no sirven para nada y a sus familias que nos ven como la prole que los mantiene? Yo estoy cansado de este humillante circo, ¿y tú?
Que muera la ignorancia y resurja la sabiduría.