Novio-mejor amigo (columna)

¿Cuántas veces no hemos escuchado que nuestro novio debe ser nuestro mejor amigo y que nuestro mejor amigo no puede ser nuestro novio?

En la preparatoria, tenía una materia llamada Formación Humana y en una de las clases la profesora nos preguntó si deberíamos tener un mejor amigo y además un novio. Algunos dijeron que sí y otros que no. Ella nos estaba explicando que nuestro novio debería ser antes nuestro mejor amigo porque:

• Le contamos todas las cosas que nos suceden
• Siempre podemos contar con él sin importar que suceda
• Siempre está cuando lo necesitamos
• Conoce perfectamente nuestros defectos y virtudes
• Más que cumplir un horario, hace llamadas porque le nace hacerlo
• Te besa y te acaricia no porque se sienta con derecho de hacerlo, sino porque demuestra su afecto
• Más que quererte por el hecho de ser tu novio, te quiere porque antes fue tu amigo
• Te dirá la verdad porque es tu novio y no te mentirá porque fue tu amigo
• Antes de quererte como novia, te quiso como amiga, etc.

También nos habló que, cuando se termina un noviazgo, enseguida se recurre al mejor amigo para que nos consuele y nos haga sentir mejor, ya que él nos entiende, porque él no nos va a dejar sola, porque podría irse todo el mundo, pero su compañía nos hace sentir seguras, protegidas y queridas; puede que las cosas se queden así y por ninguno de los dos se sienta algo más.

También pasa que el mejor amigo se termina enamorando de su amiga, pero como no quiere confundirla o lastimarla, no dice nada puesto que acaban de romperle el corazón o porque quiere que su relación de mejores amigos siga así pues es funcional. O la amiga del corazón roto empieza a darse cuenta que empieza a sentir algo por su mejor amigo y piensa lo mismo, sin embargo, tiene miedo sobre si dar el siguiente paso ya que teme que, en algún punto, termine el noviazgo y con ello toda la amistad que hasta la fecha tienen. O deciden arriesgarse y abren su corazón.

Mi maestra nos platicó que ella se casó con su mejor amigo y fue la mejor decisión que pudo haber tomado, pues después de ocho años de noviazgo, ya llevaban (en ese entonces) 10 años de casados y tenían dos hijas. Lo que quería dar a entender es que tu novio no puede ser un completo extraño. Antes de que se dé un noviazgo, tiene que pasar cierto tiempo y ciertas situaciones que te demuestren que, en realidad, te quiere, te conoce, te escucha, le importas, se preocupa y ocupa de ti, y te brinde sus amistad incondicional, y que hay la posibilidad de que si como novios no funcionan, te extienda la mano como el amigo que antes solía hacer y te ayude sin dudarlo.

En mi último año de preparatoria, mi maestra de inglés nos comentó que la segunda vez que se casó fue con su mejor amigo y deseó nunca haberlo hecho porque toda la amistad que ya había construido por muchos años, todo el cariño que se tenían, se esfumó porque como esposos no «funcionaron». Nos dijo que nunca nos casemos con nuestros mejores amigos porque esas relaciones «no son funcionales» porque los novios/esposos y los mejores amigos no pueden ser la misma persona.

No hay reglas en el amor ni en la amistad, lo que funciona para unos, no funciona para todos, pero si no se arriesga no se gana, y quién sabe, puede ser que tu mejor amigo sea el amor de tu vida.