La última década ha traído consigo una serie de avances tecnológicos que han cambiado la manera en la que nos comunicamos. Con el Internet como el líder indiscutible de este cambio, los medios de comunicación no han tenido más remedio que adaptarse a las demandas de los usuarios o perder su audiencia paulatinamente.
Los canales en los que consumimos información, los criterios sobre qué se puede considerar noticioso, el fenómeno de periodismo ciudadano e incluso la figura de los comunicadores masivos se ha transformado como consecuencia de la revolución informática. El acceso a la información, un privilegio reservado para pocos en la historia de la humanidad, se ha convertido en una garantía para todos aquellos que gocen de acceso a la red de redes.
Estos cambios no harán más que continuar. El Internet, lejos de permanecer estático, se reinventará para conocer mejor a los usuarios que lo consultan. Con él, los medios cambiarán, nacerán o desaparecerán en una suerte de selección natural binaria. Y nosotros, navegantes en el flujo de la información, encontraremos en la red a nuestro mejor aliado para encontrar los beneficios que sólo el conocimiento nos puede brindar.