Con base en las acusaciones de Joaquín Vargas hacia Javier Lozano de intento de chantaje al presuntamente exigir la no recontratación de la periodista Carmen Aristegui como condición para que MVS mantuviera 42 concesiones de banda ancha, se abre un nuevo abanico de enfrentamientos entre los actores noticiosos y quienes se encargan de noticiarlos.
El presidente de MVS Comunicaciones aclaró que la decisión de rescatar la Banda 2.5 GHz había sido tomada con meses de anterioridad y que el gobierno actuó de manera que la empresa se estancara en prórrogas legales. El incidente en cuestión de esta represalia, aseguró Vargas Guajardo, fue la reinstitución de Aristegui luego de ésta ser suspendida por la pregunta lanzada al aire en febrero de 2011 sobre el hipotético alcoholismo del presidente Felipe Calderón, a consecuencia de que Fernández Noroña expresara esto como afirmación en la cámara de diputados. El ex Secretario de Trabajo respondió que fue Joaquín Vargas quien en cambio había ofrecido “la cabeza” de la periodista como moneda de cambio.
Se pueden debatir los beneficios y consecuencias del estado actual de la Banda 2.5 GHz, ya que Vargas asegura que su grupo ofrecería banda ancha de mayor calidad y a un menor precio y lanzó la pregunta de a quién se le otorgaría la nueva concesión. Otro argumento fue que tanto MVS como diversas empresas extranjeras habían hecho ya en conjunto una inversión superior a 80 millones de dólares. Sin embargo, se mantiene una fuerte incógnita sobre porqué se haría una acusación tan fuerte y de manera abierta por parte de una cadena de noticias del sector privado hacia un actor representante del gobierno saliente, agregando como participante a la vocera de la Presidencia y coordinadora de Comunicación Social, Alejandra Sota, y sobre todo el porqué de hacer público el polémico rol que ocupa la figura de Carmen Aristegui en el asunto. Habría que preguntarse cuál es la necesidad de atraer notoriedad a la periodista justo en estos momentos. De mantenerse ella al aire, serían inevitables los roces con Lozano, quien actualmente es senador electo. Luego del sorpresivo despido de Pedro Ferriz de Con del noticiero en Cadena Tres inmediatamente después de ataques de éste hacia Enrique Peña Nieto, se podrían anticipar intentos de acciones similares hacia la titular de MVS, ya que también ha sido crítica del mexiquense y la situación de su partido en numerosos casos, siendo el “escándalo Monex” el más reciente y vigente. A pesar de que la relación es explícitamente concatenada con el gobierno panista, la influencia del equipo del futuro presidente es innegable. La acción de Joaquín Vargas puede ser interpretada como una manera de defender sus acciones con una figura popular y al mismo tiempo como una protección hacia esta; una manera de decir públicamente que la periodista ha sido objeto de intenciones de censura por parte de los poderes fácticos. Asimismo, MVS tiene la necesidad de «limpiar» su nombre luego de la renuncia del Dr. John Ackerman, en la que éste mencionaba presión a la cadena por parte del equipo de Peña Nieto.
El futuro responderá a las incógnitas presentes acerca de las nuevas concesiones de banda ancha y las respuestas de los actores políticos involucrados en su proceso, pero la única certidumbre que se puede asegurar a consecuencia de esta disputa es que Carmen Aristegui está y seguirá en la mira.
