La verdeamarela es la forma en la que se conoce a la selección de futbol de Brasil debido a su peculiar uniforme. Enfundados en estos colores, los cariocas han impuesto respeto en todo el mundo.
Sin embargo, muchas veces se ignora que esta camiseta no era la tela usada originalmente por los sudamericanos y que su aparición se debió más a la necesidad de superar un trauma, que por gusto estético
Los brasileños recibieron la copa del mundo de 1950 en casa y esperaban ganarla. Sin embargo, en el partido final cayeron 2-1 ante Uruguay
Perder la oportunidad de consagrarse por primera vez campeón mundial ante tu gente, de último minuto y en tu nuevo estadio es un golpe del que pocos se recuperan. El “maracanazo” azotó al orgullo carioca contra el suelo, devastados, decidieron cambiar radicalmente todo lo que le daba forma a su sistema
Un trauma que generó un cambio
Un día después de la derrota, la prensa realizó un concurso para cambiar los colores de la indumentaria del seleccionado nacional, pues les parecía poco patriótico, además de que ese uniforme blanco con vista azules recordaba mucho a sus recientes verdugos.
De esta forma apareció la camiseta amarilla con detalles verdes como propuesta principal. A partir de ahí, el seleccionado nacional comenzó a portar la indumentaria que a la postre les otorgaría el apodo con el que más se les reconoce en el mundo futbol.
Nuevos colores ¿diferentes resultados?
Vestidos ya con sus nuevos colores, los brasileños caerían estrepitosamente en el siguiente mundial. A pesar de ellos, la gente le tendría paciencia a la nueva indumentaria. La paciencia daría frutos rapidamente y 8 años después del fracaso en casa, Brasil alzaría a los cielos de Suecia, su primera copa del mundo
A partir de aquí, los cariocas abrazaron sus nuevos colores. Y cómo no hacerlo, si enfundados en la verdeamarela, los brasileños han ganado ya 5 copas del mundo y su indumentaria se ha vuelto tan icónica a un grado que es probablemente la prenda deportiva más reconocible a nivel mundial, incluso por personas ajenas a la afición por el futbol.