A un mes del debate presidencial, las diferencias entre Donald Trump y Kamala Harris se han intensificado.
Esto se debe a cambios propuestos por Trump, anunciados por los organizadores el sábado pasado. La tensión ha llevado a ambos candidatos a buscar ventaja en el debate.
El equipo de Donald Trump, según CNN, propone que los micrófonos se silencien cuando no sea el turno de hablar del candidato, como en el debate anterior con Joe Biden.
Otro cambio importante es penalizar a quienes interrumpan o desvíen el tema. Cada infracción resultará en una suspensión del tiempo de intervención. Esto busca evitar el desorden de debates previos.
También, se ha estipulado que los candidatos tendrán tiempo adicional para responder a temas específicos relacionados con la economía, la seguridad nacional y el cambio climático, tres áreas clave en la agenda electoral.
Este tiempo adicional se otorgará para asegurar que cada candidato tenga la oportunidad de abordar en profundidad estos temas críticos y no caigan en respuestas banales y sin fundamento.
El formato del debate también ha sido ajustado para incluir una sección de preguntas de votantes seleccionados al azar, lo que genera un mejor panorama de la perspectiva de la población estadounidense.
Según CNN, el expresidente dijo el lunes que «no estaba dedicando mucho tiempo» a prepararse para el debate anteriormente.
«No lo estoy», dijo Donald Trump cuando un reportero le preguntó cómo se estaba preparando. «No le voy a dedicar mucho tiempo, creo que toda mi vida me he estado preparando para un debate».
A Donald Trump «no le importa, no le importa si los micrófonos están calientes o no, y francamente, que preferiría que estuvieran calientes. Así que creo que este problema está resuelto», dijo el director de comunicaciones de la campaña de Harris, Michael Tyler, durante una aparición en MSNBC.