
El Kremlin afirmó este martes que la suspensión de la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania podría ser un paso positivo hacia la paz. Sin embargo, Rusia advirtió que aún necesita conocer más detalles sobre la medida tomada por el presidente Donald Trump.
Trump pausa el apoyo militar a Ucrania
De acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca, Trump decidió detener temporalmente el envío de armas a Ucrania tras su reciente enfrentamiento con el presidente Volodímir Zelensky. Esta decisión ha generado tensiones entre EE.UU. y sus aliados, profundizando la división en la postura occidental sobre la guerra.
El mandatario republicano, quien habló con Vladimir Putin el 12 de febrero, ha manifestado su deseo de ser recordado como un «pacificador». Según él, la guerra en Ucrania representa un riesgo de escalada hacia una Tercera Guerra Mundial, y asegura que Kiev «ya no tiene cartas que jugar» en el conflicto.
Rusia reacciona con cautela
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que el gobierno ruso observa con prudencia esta decisión y espera más información sobre su alcance real.
«Si esto es cierto, entonces se trata de una decisión que realmente puede animar al régimen de Kiev a acudir al proceso de paz», declaró Peskov.
También enfatizó que Estados Unidos ha sido el principal proveedor de armas en la guerra y que, si la suspensión de suministros se concreta, sería «la mejor contribución a la causa de la paz».
Putin y la evolución del conflicto
Peskov destacó que Rusia valora los comentarios de Trump sobre su intención de buscar la paz en Ucrania. Sin embargo, aseguró que el Kremlin seguirá monitoreando cómo evoluciona la situación en la práctica.
El conflicto en Ucrania comenzó en 2014, tras la revolución del Maidán, cuando un presidente prorruso fue derrocado y Rusia se anexionó Crimea. Desde entonces, las fuerzas separatistas respaldadas por Moscú han combatido al ejército ucraniano en el este del país.
Actualmente, Rusia controla alrededor del 20% del territorio ucraniano (unos 113,000 km²), mientras que Ucrania mantiene bajo su dominio cerca de 450 km² dentro de territorio ruso, según estimaciones y mapas de código abierto.