Bad Bunny dejó su huella en la serie Tiny Desk Concert de NPR. En esta presentación, celebró sus raíces puertorriqueñas y su nuevo álbum Nadie Sabe Lo Que Va a Pasar Mañana. Lo acompañó su banda, Los Sobrinos, con quienes interpretó cinco canciones cargadas de tradición.
La sesión incluyó géneros como plena, bomba, décima y salsa. Esta mezcla musical, reafirmó su compromiso con la cultura de su isla. El escenario estaba decorado con banderas puertorriqueñas, creadas por la artista Milagros Rosado. Usaban un tono azul claro, símbolo del movimiento independentista.
Durante la grabación, Bad Bunny compartió varias anécdotas. Contó que, al no encontrar dónde ensayar en Washington D.C., terminó practicando frente a la Casa Blanca. Un trabajador del lugar se acercó sin reconocerlo. El artista aprovechó para reflexionar sobre el estatus colonial de Puerto Rico. También criticó el desconocimiento que muchos estadounidenses tienen sobre la isla.
El repertorio incluyó temas como «Pitorro de Coco», «Voy a Llevarte Pa PR», «KLOKFRENS», «Lo que le pasó a Hawaii» y «La Mudanza». Esta última fue presentada como una «no canción», invitando a cada oyente a interpretarla a su manera.
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Con esta presentación, Bad Bunny no solo mostró su orgullo boricua. También usó su fama para rendir homenaje a la riqueza cultural de Puerto Rico.
Más allá de lo musical, la sesión fue un acto político y cultural. Desde los arreglos musicales hasta los símbolos visuales, todo estaba pensado para resaltar la identidad boricua. Bad Bunny no buscó impresionar con efectos. Su enfoque fue sencillo, pero poderoso. Con esta presentación, no solo mostró su orgullo. También usó su fama global para rendir homenaje a la historia, la lucha y la belleza de Puerto Rico.
En redes sociales, los seguidores aplaudieron la autenticidad y la emotividad de la actuación. Muchos resaltaron la valentía de Bad Bunny al utilizar su plataforma para reflexionar sobre la historia y la situación actual de Puerto Rico.