El mito de que se acaban los recursos

El mito de que se acaban los recursos

Desde el surgimiento de la sociedad industrial, se ha tenido la creencia de que la civilización va a colapsar porque los recursos naturales se están agotando, por lo cual, nuestra economía no podría seguir creciendo debido a que no se puede seguir produciendo en un mundo sin recursos. Al simple oído el argumento tiene sentido, pero ¿qué se va a crear si no hay nada con que crear?

Sin embargo, el problema yace en que miran los recursos desde un punto de vista físico, pero no económico. Esto obedece a que los recursos y la riqueza, bajo un punto de vista económico se crean. 

Con ello quiero decir que si definimos como recursos económicos todos esos bienes que tienen el objetivo de crear riqueza o de satisfacer nuestras necesidades, sí se podría concluir que los recursos se crean, ya que nosotros definimos qué es un recurso y qué no lo es. 

Con solo adoptar el ejemplo de la energía, hace siglos el petróleo no solo no era un recurso, más bien la presencia de este crudo en tu propiedad reducía su valor. 

Actualmente, ya tiene un incremento en su costo debido a que es un recurso importante para la economía. Cabe destacar que, ahora se puede obtener energía por medio de la actividad solar, nuclear o hasta gas natural que hace décadas o siglos no hubiera sido posible. 

Otra razón por la cual los recursos no se están acabando ni se acabarán en un futuro cercano es debido al sistema de precios, ya que, según la ley de oferta y demanda “Un bien que se vuelva escaso pero que siga siendo demandado se observaría a través de un aumento de su precio”.

No obstante, dicho incremento del costo sirve como señal para los emprendedores o productores en que es rentable aumentar la oferta, por lo cual tendríamos que saber si se están acabando los recursos o si los precios están subiendo.

Sin embargo, todo lo contrario está pasando si se analizan los precios históricos de recursos naturales. 

De acuerdo con un estudio realizado por el economista David S. Jack de la Universidad de Yale-NUS de Singapur, donde se analiza el precio de 40 Commodities (los commodities son: Res, Piel, Cordero, Cerdo, Carbón, Gas natural, Petróleo, Cebada, Maíz, Arroz, Centeno, Trigo, Aluminio, Cromo, Cobre, Plomo, Manganeso, Níquel, Acero, Estaño, Zinc, Bauxita, Mineral de hierro, Fosfato, Potasa, Azufre, Oro, Platino, Plata, Cacao, Café, Algodón, Semilla de algodón, Aceite de palma, Cacahuetes, Caucho, Azúcar, Té, Tabaco, y Lana), entre el periodo de 1850-2020, se investigó que en la mayoría de los commodities su precio real (ajustado a la inflación) se ha reducido desde el año 1900. 

El precio real de los commodities que se tienen que crecer (comida, plantas, etc.) es de un 46% al de 1900. A su vez, los commodities que se encuentran debajo de la tierra son un 154% con respecto del precio de 1900.

Ahora bien, si se compara al precio del 2011 de 362% nos encontramos con una reducción de un poco más del 50%. En ese sentido, el precio de los commodities que se encuentran debajo de la tierra sin contar la energía es un 82% al de 1900 y en promedio el precio real de todos los commodities es de un 68% al del mismo año. 

Tenemos el ejemplo del precio del puerco que ronda el 10%, la res es un 196%, mientras que el cordero tiene un 165%, contra el del año 1900.

Tal como lo dice la ley de la oferta, no hay una escasez de res ni de cordero, el del gas natural se posiciona con un 81%, el del trigo es de un 26%, el del arroz un 24%, el del aluminio un 6%, el del cobre 56%, el de la cebada un 31%, el del acero un 87%, comparados con lo que costaba en 1900.

Y otra razón por la cual no se nos están acabando los recursos es porque, si estuvieran en desabasto, las rentas que se obtienen de los recursos naturales representarían con el pasar del tiempo un porcentaje mayor sobre la economía mundial.

La principal razón por la cual nosotros creamos nuestros recursos es porque contamos con lo que el economista Julian Simons denominó “ultimate resource”.

Se destaca que la creatividad humana tiene la capacidad de adaptarse y buscar nuevas formas de resolver diversas problemáticas. En ese sentido, se puede tomar de ejemplo el reciente descubrimiento realizado por la Universidad de Chicago que anunció que modificar genéticamente los cultivos de papas y arroz hacen que crezcan en mayor proporción hasta un 50.3%.

Otro ejemplo, es el hecho de que nuestro rendimiento de cultivos lleva aumentando un crecimiento exponencial desde hace un siglo. Igualmente, el porcentaje de tierra que se necesita para producir un número de cultivos en el 2014 fue de 30% en comparación a 1961.

Hablamos de que a nivel mundial de 1961 a 2018 la producción de cereales aumentó un 238%. La población aumentó un 145%, mientras que la tierra que se usa para el cultivo de cereales se acrecentó en un 12%.

Estoy seguro que un ejemplo que te resultará más familiar es el de tu iPhone. Este dispositivo ahorra una cantidad inimaginable de recursos y además mejora nuestra calidad de vida. En tu iphone tienes una cámara, libros, televisión, bocina, teléfono, videojuegos, alarma, linterna, libreta y muchas más funciones. Con solo este producto de Apple te ahorras destinar recursos a todo los productos ya mencionados. 

Precisamente por las razones mencionadas es por la cual debemos dejar de creer en la idea de que se nos están acabando los recursos, porque seguir creyendo en esas ideas nos llevaría a acabar implementando políticas económicas que tendrían un profundo efecto negativo en nuestra economía.

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