La iniciativa de que los ciudadanos premien o castiguen a los buenos o malos funcionarios (legisladores y alcaldes) ha creado posturas a favor y en contra.
¿Realmente se cumpliría esto? ¿La negativa de no aprobarse esta ley confiere intereses de un partido político?
Me parece excelente que nosotros los ciudadanos podamos de alguna manera expresar la inconformidad que nos dejan estos funcionarios. Pero aún me queda la duda de que esto se cumpla como realmente debiera ser; tal vez y esta medida puede ser mal interpretada para que muchos alcaldes y legisladores accedan al poder por medio de la reelección sin el consentimiento de la población. Es ahí cuando veo el problema, porque en lugar de darles esa participación a los ciudadanos, alcaldes con fines mezquinos podrían corromper esta ley. Aún no se si estemos preparados para este tipo de leyes en México, porque quizá no tenemos la cultura de respetar las leyes de forma adecuada.
Pero puede ser una buena iniciativa, ya que da a los ciudadanos una mayor participación en la política del país, podemos decidir que los proyectos que funcionen bien sigan estando en el poder y como manera de reclamo despedir a los que ya no sirvan. Esto es algo que se ha perdido con el paso del tiempo y sería un buen paso, para que los mexicanos recuperemos las riendas de nuestro país.
La aprobación o desaprobación de esta ley ¿está basada en intereses de un partido político?
Se ha dicho que los partidos que apoyan esta ley, lo hacen con el fin de permanecer en el poder y no dar acceso a las nuevas generaciones, cosa que si analizamos podría sonar como cierto, pero el partido que está en contra de esta ley ¿cómo lo clasificamos? Como el benefactor del pueblo o también esconde intereses. Puede ser que los que la desaprueban no quieren que los ciudadanos les hagamos reclamos, a lo mal que han administrado los recursos de nuestro país o se les hace más fácil bloquear las maneras en la cual los mexicanos buscamos expresar nuestro repudio al sistema político y administrativo al cual pertenecemos.
Mientras son peras o manzanas y los diputados del PAN, PRI o el PRD se avienten la bolita, nuestro país necesita urgentemente buenas reformas.
