Hace unos días se hizo oficial, una medida que tiene como objetivo descuentos en la mayoría de los productos que circulan en el país, una especie de black friday, en el cual se hace una serie de rebajas en las tiendas departamentales.
Ahora el Presidente de la República hace oficial: Buen fin. Todo parece indicar que esta medida beneficiará a todos los sectores de la sociedad, tanto a los consumidores como a los empresarios. Como parte de esta medida, que se llevará a cabo del 18 al 21 de noviembre, los burócratas del país recibirán el adelanto del aguinaldo.
Es cierto que esta medida reactiva la economía del país, ya que aumenta el consumo e incentiva el crecimiento económico. Pero también en algunos sectores existe la duda ¿los productos que contarán con rebajas serán los que tienen algún defecto? Porque de ser así, la medida sería «una patada de ahogado» para reactivar la economía. Ahora si los productos son de calidad entonces, los ciudadanos deberíamos proceder con prudencia, realizar los gastos que podemos solventar y no favorecer endeudamientos con tarjetas de crédito. Seamos prudentes y no caigamos en la tentación de mermar nuestras finanzas personales, porque después la cuesta de enero se complica.
Entonces no sólo hay que reactivar la economía también se debe de pensar es las consecuencias a largo plazo, porque si los trabajadores gastaran el aguinaldo en el Buen Fin, que pasará con los gastos de las fechas decembrinas, ¿acaso se inventarán un tipo de bonos para que puedan realizar esas compras? y si se inventara ese tipo de bonos de ¿dónde saldría?.
En conclusión no se debe de satanizar pero tampoco santificar esta medida, lo único que debemos hacer como ciudadanos es cuidar nuestro dinero y gastar lo que realmente debemos. Es decir ser responsables en nuestro gasto.