Por: Claudia Torres
“La democracia es como un perro verde, ¿cuántas veces han visto uno?”, una de las fuertes frases para reflexionar de las muchas que en cada emotivo discurso suele decir Denise Dresser en sus conferencias, esta vez en el marco de la FILEY “Feria Internacional de la Lectura en Yucatán” en la presentación de su libro “El País de Uno”.
Durante su ponencia habló sobre aquel pesimismo del cual México se ha vuelto víctima, después de tantos años de un sistema que sólo entorpece el crecimiento de nuestro país, hizo hincapié en México como el país que estrena el vocabulario del desencanto que carga consigo una ola inmensa de violencia que se sigue viviendo al pasar de los años. Un país que se siente ignorando, en busca de respuestas por terceras personas.
Denise Dresser menciona que para el bienestar de un país como México quizás deberíamos empezar a ocasionar respuestas con acciones, empezar a ser nosotros el cambio en vez de esperarlo, dentro de aquel cambio menciona como consejo: “Apaguen el televisor y empiecen a leer” ya que los medios de comunicación que están al alcance de toda televisión resultan aparte de ser un monopolio en función de ideales políticos ya muy claros y establecidos, que llevan años dominando que aunque se han llevado sustos han sabido cómo salir adelante como por ejemplo la famosa “ Ley Televisa”, ley por la cual Denise Dresser fue parte del equipo de personas que alzó la voz en contra. Resultan ser, según ella, los medios idiotizadores que provocan todo menos hacernos pensar y formar personas realmente críticas.
Habrá entonces que ser un ciudadano completo, consciente del acontecer de nuestro país, nuestra ciudad y estar dispuestos entonces a no sólo luchar por la verdad, ahora ocuparse de hacer el cambio a partir de nosotros, exigir lo exigible pero para eso señala Denise Dresser debemos conocer nuestras leyes, derechos y normas.
El romanticismo en los discursos siempre es alentador para una mayoría que sale de cada exposición con esa necesidad, esa sed de justicia y de querer hacer las cosas bien, de ir tras un cambio, ese cambio que no viene a galope, ahora bien al momento de analizar los costos de la lucha que lleva años en varios sectores de la ciudadanía, sin embargo, no se le debería culpar a los medios de comunicación como punto de partida de una sociedad ignorante, ya que el ser humano supone una racionalidad que nos brinda la oportunidad de ser críticos, por otro lado, no sólo habrá que leer sino leer bien, pero antes de emprender una lucha habría que recordar a todos los periodistas desaparecidos misteriosamente, muertos por «bocones», activistas que no sólo se toman el tiempo electoral para claudicar y ganarse la gente, luego entonces al menos en lo que aparenta no estar conforme con el sistema y luchar contra él, al final puede lograr 3 cosas, la muerte, acostumbrarte a él o simplemente ignorarlo.