Por: Carlos Cambra Salvador
Los que conocen el fútbol español sabrán que el Athletic de Bilbao es tradicionalmente un equipo con garra, que siente los colores y los defiende con un fútbol agresivo y con casta. Pero algo está cambiando en la Catedral.
La llegada del “Loco” Bielsa ha elevado el fútbol del equipo vasco a la categoría de admirable. Ya no es sólo el pelotazo y la fuerza, ahora el balón corre a ras de suelo. El césped se ha convertido en le mejor amigo del cuero, y el último en sufrir este torrente de fútbol, posesión, rondos y exquisito trabajo táctico ha sido el todopoderoso Manchester United.
Algunos dirán que el equipo de Sir Alex Ferguson jugó mucho menos motivado, o que las alineaciones del entrenador escocés no estuvieron a la altura de la eliminatoria. En realidad lo que ocurrió fue que durante 180 minutos se vio un equipo muy superior que lucía rayas rojiblancas, practicando un fútbol de toque digno del Barcelona de Guardiola o de la mismísima selección campeona del mundo.
Este es el nuevo Athletic, un equipo que no sólo no renuncia al balón sino que disfruta teniéndolo. Bienvenidos a la catedral del fútbol. Esto es San Mamés.