Esta semana en el programa de radio del conductor de noticias más importante de Televisa, Joaquín López Dóriga, afirmó que lo que dice Andrés Manuel López Obrador , sobre el complot que la televisora de San Ángel y los principales conductores planeron y que fue el motivo por el cual el candidato de la izquierda no asistió a los debates, es un mentira. Además, aseguró que Televisa no tenía ningún interés en desprestigiarlo; y que las nuevas argumentaciones de AMLO sobre la imposición de Enrique Peña Nieto a la presidencia, por parte de la televisora en la cual trabaja, también resultan falsas.
La discusión no paró ahí, AMLO pidió derecho de réplica en el noticiero de Joaquín, a lo que el comunicador dijo que no, pero que si lo aceptaba en su programa de radio.
¿ Cuál es el problema aquí?
López Obrador acudió al programa y siguió en su misma postura. Pero ahora corre el rumor de que se le regañó a Joaquín e incluso podría perder su trabajo, por dar un espacio al candidato de la izquierda para replicar, cuando Televisa había dicho a todos sus empleados que no dieran espacio al debate y mucho menos par crear polémica en los candidatos.
Todo esto nos hace pensar, ¿qué es lo que nos oculta Televisa? ¿ Será cierto lo que nos dice AMLO? ¿Joaquín fue un títere de su empresa?
Son muchas las cuestiones que se encuentran el aire, pero al parecer todo encaja a que existe algo que Televisa quiere ocultar a la población. El regaño a Joaquín, nos indica que Televisa no quiere la confrontación con su línea editorial y mucho menos con sus intereses.
Sin embargo, no podemos decir que AMLO es una víctima de los medios, porque el mismo se ha alejado de ellos con su falta de diplomacia, una cosa es no estar de acuerdo con lo que Televisa diga, y otra que en sus argumentos existan descalificaciones que rayen en la agresión.
Los ciudadanos merecemos que nos hablen con la verdad, de nada nos sirve que una televisora crea qué es lo más conveniente para el país y actúe sobre ello. Nosotros los ciudadanos tenemos la capacidad y el poder para que las cosas cambien.
Veremos en que concluye este asunto, pero no debemos detenernos en nuestra lucha en contra de los monopolios y mucho menos, de los medios de comunicación.