Considera que esto permitiría impulsar el desarrollo de la región de Latino América.
Por: Tania Boquer
En una reunión llevada a cabo en Brasilia, el pasado 20 de septiembre, en la que el presidente electo Enrique Peña Nieto se dio cita con la actual presidenta Dilma Rouseff, se discutió la posibilidad de relanzar su relación para impulsar a América Latina.
Durante su encuentro, Peña pidió conocer aspectos de la reforma educativa, la lucha contra la pobreza, el desarrollo energético que le permitirán hacer frente al gobierno que el próximo 1 de diciembre recibe.
Asimismo, Peña Nieto solicitó a Rouseff la presentación, a mayor profundidad, de su trabajo en materia de reforma pues considera que su modelo implantado resulta inspirador para México, sobre todo en lo que se refiere a la modernización de Petrobras. Peña planteó que dicha estrategia podría ser adaptada a la realidad del país, a fin de lograr la evolución de Pemex y su asenso en la escalera de la competitividad.
Con lo anterior, se busca fortalecer las relaciones e incrementar la cooperación entre ambas naciones pues, fuera de favorecer únicamente a las dos potencias, se impulsa el comercio y las inversiones dentro de la región de América Latina, lo cual resulta en un beneficio para todos los países de la zona.
