Científicamente, no está comprobado que el penacho, actualmente resguardado por el Museo de Etnología de Viena, perteneciera al líder azteca.
En el marco de la conferencia “El penacho de Moctezuma: restauraciones de los siglos XIX y XXI” en el Antiguo colegio de San Idelfonso, la Doctora en Historia del Arte María Olvido Moreno Guzmán informó que no está probado científicamente que el penacho perteneciera a Moctezuma II.
“Las coronas generalmente eran pequeñas, se usaban alrededor de la frente y se considera que estaba elaboradas con oro y mosaico de turquesa. Tampoco es una capa o aditamento que servía para adornar la espalda. El penacho es un quetzalapanecáyotl, es decir, un aditamento elaborado con plumas de quetzal para ser portado en la cabeza, que incluye en su cara posterior un gorro. Alguna vez tuvo un pico de oro, del cual se desconoce la forma, el tamaño y la manera como se sujetaba; nunca ha tenido un casco de oro, tampoco está con piedras preciosas o semipreciosas” expresó Moreno Guzmán, quién formó parte de un convenio de colaboración binacional entre el INAH y el museo de Etnología de Viena.
“No me gusta decir el penacho de Moctezuma. Prefiero decir que Moctezuma tuvo muchos penachos, que es la realidad” dijo a los medios la restauradora.
De esta forma, gracias al uso de nuevas tecnologías, la pieza fue restaurada y volvió a exhibirse en las salas del Museo de Etnología de Viena, ya que desde 2004 se encontraba resguardada en un cuarto del museo.
El nuevo montaje incluye un sistema de monitoreo constante y de vibración y se exhibe con un nuevo nombre: “El penacho del México antiguo”, con lo cual se pretende que el visitante no sólo se centre en si el penacho perteneció a Moctezuma, sino en enaltecer la plumaria mexicana.
Por último, la Doctora destacó el valor histórico, artístico y tecnológico de esta pieza, un objeto único en su tipo y una de las seis piezas plumarias de la época prehispánica que todavía se conservan en el mundo.
Fuente: El Universal
Fuente de la imagen: El Universal