Diez años de Messi (crónica)

Diez años de Messi (crónica)

El astro argentino debutó con el primer equipo azulgrana hace una década.

El 16 de noviembre de 2003 es un día que quedará grabado en la historia del FC Barcelona. Fue entonces cuando el ex entrenador culé Frank Rijkaard hizo debutar a un diminuto cantero argentino ante el Oporto: Lionel Messi, un muchacho de 16 años tan tímido como prodigioso, quien entró al campo del Estadio Do Dragao y, desde entonces, ha acumulado una multitud de títulos individuales y colectivos.

Un fichaje arriesgado

La historia de Leo Messi comienza en los barrios de su natal Rosario. Su gran técnica con el balón no pasó desapercibida, por lo que los ojeadores de Newell’s Old Boys le ficharon cuando tenía ocho años. A los 11, Messi fue diagnosticado con una deficiencia de la hormona de crecimiento, condición que impidió su fichaje por River Plate.

Sin embargo, rumores sobre la calidad de un pibe argentino habían llegado rápidamente al Viejo Continente. Carles Rexach, entonces director directivo del Barcelona, se propuso la contratación del delantero y convenció al club español de financiar el tratamiento de Messi. Sin ningún otro papel a la mano, Rexach firmó su compromiso con el delantero en una servilleta de papel y ató al que se convertiría en el mejor jugador del mundo.

Driblando categorías

Lionel Messi tuvo una progresión vertiginosa en las categorías inferiores del Barcelona. En la temporada 2003-2004 participó en el Juvenil B, Juvenil A, Barça C y Barça B. Pero el momento más esperado para «La Pulga» se daría el 16 de noviembre de 2003 cuando, con 16 años y 145 días, se convirtió en uno de los debutantes más jóvenes del conjunto blaugrana. Fue ante el Oporto de José Mourinho, que celebraba un partido amistoso para conmemorar la inauguración del Estadio Do Dragao en Portugal. Messi terminaría aquella temporada con 27 goles en cinco equipos distintos y encarrilaría su promoción al primer equipo en la temporada 2005-2006.

Bajo la tutela de Ronnie

Si «La Pulga» tuvo un valedor en el vestuario durante sus primeros años en el Barcelona, ése fue Ronaldinho. El ariete brasileño, estrella indiscutible de su club y su selección, arropó al argentino y lo integró a la dinámica del fútbol profesional. Bajo la tutela de Ronnie, Messi anotaría un «hat trick» ante el Real Madrid, replicaría goles legendarios y conquistaría dos Ligas y una Champions.

Un paso adelante

La llegada de Pep Guardiola como técnico azulgrana cambió la dinámica de un equipo que venía a menos. Ronaldinho y Deco dejarían la entidad catalana bajo acusaciones de autocomplacencia, Pedro y Busquets se abrirían paso en el primer equipo y Messi se consolidaría como el líder de un conjunto que conquistaría un inédito triplete al final de temporada.

Las siguientes temporadas agotarían los adjetivos hacia Messi. Siempre hambriento de títulos, Leo acumularía 14 trofeos de 19 posibles en la era Guardiola y coleccionaría Botas y Balones de Oro.

La leyenda continúa

La décima temporada del «10» del Barcelona trae consigo retos nuevos. Individualmente, Messi tiene la posibilidad de convertirse en el máximo anotador histórico de la Liga de España y la UEFA Champions League. Pero a «La Pulga» también le interesan otros objetivos; entre ellos, recuperar el trono continental con el Barça y liderar a Argentina en su odisea por el título mundialista en tierras brasileñas.

Con sólo 26 años, a Lionel le sobran muchos años de plenitud futbolística. Sólo el tiempo nos dirá lo que le depara a «La Pulga», pero algo es seguro: si hay un jugador con hambre de más, ése es Messi.

Fotografía: Lluis Gene – AFP / Getty Images

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