Durante los primeros 17 años y medio de mi vida no tuve Facebook. Lo tuve un tiempo y lo cerré año y siete meses y no, no me morí, seguí con mi vida como si nada hubiera pasado.
Gente de toda edad tiene esta red social que cuenta con más de 47 millones de usuarios en México y 12, 000 millones de cuentas creadas en el mundo. Incluso los niños se inventan otra edad para poder crear su cuenta y hasta los abuelos tiene face y no es malo tenerlo, puede ser muy bueno, como todas las redes sociales, pero depende de la forma en la que se utilice.
Me he encontrado con personas a las que les pregunto algo y me responde: «Está en Face, chécalo ahí», «Lo pusieron en Face, ¿no lo viste?», «Ya hicimos un grupo de Face, ahí está toda la información», «Sino lo pones en Face, no lo sabremos», a lo que yo les preguntaba a esas personas (cuando había cerrado mi cuenta) «¿Por qué no me lo puedas mandar al mail o por otro medio? O mejor aún: dímelo en persona; esas personas me decían: «Está en Face. Si no tienes Face, no tienes vida» «¿¡cómo puedes vivir sin Face?!», «No, lo puse en Face y chécalo ahí».
En distintos grupos en los que frecuentaba (y frecuento) me insistieron enfáticamente que creara una cuenta falsa, una catfish, que sólo «agregue a los del grupo «X», «Y» o «Z», que porque todo el material de la clase se subiría ahí, que crearía el evento de la fiesta de perenganito, etc. Uno de mis compañeros incluso me hizo una cuenta falsa a pesar de que le dije que no la usaría, y efectivamente, jamás entré. Siempre busqué alternativas de comunicarme con la gente y regresé a los hábitos que antes tenía: mandar mensajes, hablar a las casas y ver más frecuente a mis amigos y toda la gente que quiere. Definitivamente no hay nada mejor que la comunicación directa.
Creé mi cuenta por una tontería (pero al fin y al cabo la hice) y al poco tiempo de cerrarla decidí abrir mi deviantart, donde he tenido casi 20,000 visitas en menos de dos años y es un espacio en donde comparto mi trabajo y todo lo que hago. Después de pensarlo mucho, opto por usar únicamente mi fan page (que al principio solo hice por hacer) de 
la misma manera que uso mi deviantart. Ahí pongo mis dibujos, esculturas, pinturas, manualidades, poemas y otras cosas.
Cierto es que a veces resultaba molesto que seguido me preguntaran por qué lo cerré o porque no lo abría de nuevo. Me sentía hostigada, peor era cuando hasta mi propio maestro de clase me lo decía. La respuesta es fácil: no tengo porque tenerlo. Yo a veces les preguntaba cómo le hacían antes de que existiera face, cómo tenían que hacerle las demás personas para solucionar sus problemas y darse a conocer y pues se hacía a la «antigüita»: interactuaban más en el mundo real que en el virtual, usaban fotocopias, te pedían el número de teléfono e tu casa y tomaban apuntes.
No es que haya desaparecido, pero si se hace menos, ¿qué vida puedo tener si depende mucho de Facebook? ¿Y si me hackean mi cuenta? ¿Y si fulanito me elimina de sus amigos? ¿Y si menganito no me regresa «el toque»? ¿Y si me etiquetan en una foto comprometedora?, ¿Y si no responde mi solicitud de amistad?, ¿Y si mi novio no ha cambiado su status de soltero a «tiene una relación»? ¡Despierta! y deja tus problemas del primer mundo y enfócate en lo que pasa a tu alrededor.
Los nuevos problemas muchas veces se generan por algo que se leyó o se vio en la web, problemas de compañeros de trabajo, de pareja, incluso hasta las relaciones de trabajo. ¿Han escuchado la frase «eres lo que publicas»? Pues sí, las personas «nos etiquetan» y creen que somos de tal o cual manera por lo que vemos o malinterpretan las cosas y eso puede resultar perjudicial. Podemos pensar «¿qué tiene es mi Face y ahí pongo lo que se me pega la gana?», «que yo ponga tal cosa no quiere decir eso» «¿qué tiene si publique tal cosa? eso no tiene que ver con la escuela», etc.
El Facebook es una herramienta maravillosa que nos permite comunicarnos con gente de todas partes del mundo, permite darnos a conocer, permite que exploremos otros mundos y pone el conocimiento en un solo link, en un solo click, pero sólo es eso: una herramienta que bien aprovechada tiene muchos beneficios y no, no voy a morir y mi vida no se acabará por no facebookear.
Para conocer mi trabajo:
-https://www.facebook.com/pages/Miizz-iimperfeqtiion/314879075208743
-http://misa-miisa.deviantart.com/
– http://about.me/miizziimperfeqtiion
Si estuvieramos en facebook te daria un like y un compartir, aplaudo tu conviccion de permanecer sin la red social mas popular, en lo personal lo e intentado con fracaso estrepitoso debido a que es la manera mas «comoda» en que mi familia y amigos an decidido comunicarse, espero no sea tu caso, el tiempo lo dira y tampoco te sientas mal si en algun momento te unes, despues de todo a veces la sociedad te empuja o obliga a hacer cosas que no quieres o no te gustan
Hola, muchas gracias por tu comentario y por regalarme un poco de tu tiempo al leer mi primera columna, pues es una batalla en la que constantemente lucho, es algo con lo que a veces dia a dia tengo que enfrentar pero sigo firme, no tengo que acceder a algo que no quiero y no me pueden obligar, si no les parece esta bien yo no los obligarè a que hagan lo mismo pero si les pido que respeten mi decisiòn. Gracias de nuevo
hola, muy interesante tus puntos de vista, aunque si en estas generaciones la gente ya ha optado por el uso frecuente de las redes sociales convirtiéndolo en un mal habito, exponiéndose a muchas cosas, pero de tal manera se puede rescatar cosas positivas de las redes sociales y que no solo sean vistas por objeto de ocio, estamos dando paso a una era digital, donde tenemos de cierta manera estar a las expectativas de las nuevas formas de comunicación, y como futuro Lic. en educación creo que estoy un poco a favor del uso de la red social facebook pero más como una herramienta de trabajo y usarla de forma educativa.
Javier, gracias por comentar, en efecto y eso no solo se aplica a las redes sociales puede aplicarse a cualquier cosa, hasta en el uso del celular por ejemplo, nada es bueno o mala depende del uso que se le de el usuario. Esta bien que se use de ocio pero como dicen «todo con medida». Saludos