Chiquis, una perrita chihuahua, llevaba semanas, quizá meses, viviendo en la calle. Ella pasaba hambre, frío, y perros más grandes que ella la lastimaban. Un día, una bondadosa persona la encontró y la llevó a un refugio. Chiquis recibió atención médica, fue alimentada, y una vez que se encontró en mejor estado, las personas del refugio que buscaron un hogar que la quisiera adoptar. Afortunadamente, una familia adoptó a Chiquis y le dio todo el amor que necesitaba. A pesar de que Chiquis era muy miedosa, pues había sufrido mucho, pronto se encariñó con su nueva familia y fue muy feliz, y finalmente tuvo la vida digna que merecía.
Adoptar una mascota es un acto de bondad muy grande. No sólo cambia la vida de las personas que la adoptan, sino que vuelve el mundo de esa criatura un mundo mejor. Adoptar es mucho mejor que comprar, pues hay que ponerse a pensar que la criatura que se está adoptando, en la mayoría de los casos, ha sufrido muchísimo, a diferencia de una mascota comprada que, en general, no ha pasado por una historia tan terrorífica como las de las mascotas adoptadas, pues éstas suelen ser las que se encuentran en la calle y son rescatadas. Adoptar una mascota hace que la vida de esa criatura haya valido la pena y no haya sido sólo sufrimiento.
Tú puedes crear más historias como la de Chiquis.
¡Adopta, no compres! Cambiarás totalmente el mundo de ese animalito, te robará el corazón y llenará de amor tu hogar.