El cuarto oscuro

El cuarto oscuro

«Nosotros decidimos vivir en un cuarto oscuro o en uno lleno de luz; decidimos tener una vida llena de miedos o mantener prendida la vela de la esperanza». 

Todos hemos estado alguna vez en un cuarto oscuro, cuando hemos sentido tristeza, cuando la ira nos ha invadido, cuando tenemos el corazón herido… un cuarto oscuro es el lugar donde nos adentramos (quizás refugiamos) y nos olvidamos de la realidad, nos sumergimos en una parte profunda y oscura de nosotros ¿malo? no, realmente no creo que sea malo, pues siento que hasta cierto punto es necesario, es algo inherente de todo ser humano. Lo preocupante es que nos enfrasquemos en esa oscuridad y cuarto_oscuroseamos incapaces de ver la luz.

«El Cuarto Oscuro» es el nombre de un cortometraje en el que actué en junio pasado como parte del I Festival Internacional de Cortometrajes Kino Maya, el cual se proyectó en el Conservatorio de Danza. Yo ayudé al guionista en varios aspectos: carpeta de producción, utilería y dirección de arte, entre otras cosas. Desafortunadamente, acabamos en malos términos.

En dicho proyecto, interpretaba el papel de Emily, una chica que asistía a clases de dibujo en una academia de arte. Sus compañeros la burlaban y se reían de ella mientras que su maestro menospreciaba su trabajo (incluso le dice que es basura y lo tira la piso). Su prima hablaba mal de ella y se avergonzaba de que fueran familia. Emily se encontraba en un cuarto oscura, sola, incapaz de mostrar sus sentimientos en el mundo exterior, todo se lo guardaba, era muy callada, sentía que no había nadie a su lado, sentía que lo único que tenía era ese cuarto vacío hasta que gracias a un amigo fue capaz de salir de ahí y sonreír.

Hubo varios momentos en los que perfectamente me identifiqué y sentí lo mismo que Emily. Eso me hizo darme cuenta de yo misma estaba viviendo en un cuarto oscuro y la luz cada vez se hacía más tenue. En ese momento comprendí que dentro de mí estaba en una habitación de color negro, y al final de ella, había una puerta que estaba entreabierta y de ella se emanaba un débil resplandor, pero por más que estiraba mi brazo no podía alcanzarlo.cuarto

A diferencia de Emily no fue gracias una persona por la que salí de ese cuarto oscuro, sino fueron unas series de actividades que realicé: me inscribí a un curso de artes escénicas, a un taller de locución comercial e hice otro cortometraje; me encontraba rodeada de cuatro paredes negras, las voces retumbaban en mis oídos y me encontraba llorando por dentro, pero, poco a poco, pude salir y estabilizarme.

El ser humano es complejo y maravilloso, aunque imperfecto. Sin embargo, es esa imperfección lo que lo hace interesante. Por eso, cada quien es tan único y especial: los sentimientos son un don que se nos ha otorgado, por eso todos reaccionan y sienten de una manera muy particular a determinada circunstancia, por eso cada persona es un mundo diferente.

Pienso que  hasta cierto punto es necesario «el cuarto oscuro» porque ahí podemos ver lo que nos aflije, nuestros verdaderos sentimientos, ahí se refleja lo que siente el corazón, incluso sé que en algún otro punto, volveré a visitar ese cuarto oscuro, pero creo que al menos la siguiente vez podré ser capaz de estar menos tiempo y alcanzar por mí misma esa puerta e iluminar toda esa oscuridad. Al fin y al cabo, nosotros decidimos vivir en un cuarto oscuro o en uno lleno de luz. Nosotros decidimos tener una vida llena de miedos o mantener prendida la vela de la esperanza.

20091205-CUARTO OSCURO

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