Uno de los más grandes cambios que revolucionaron, no solo al mundo, sino también a los medios masivos de comunicación fue el internet, permitió la interacción y el envío de información de manera rápida a cualquier parte del mundo. En ese sentido, en la actualidad, cerca del 34,3% de personas en el mundo tiene la posibilidad de utilizarlo.
De esta forma, existe una infinidad de beneficios que esta herramienta nos trajo como por ejemplo, el tener a nuestra disposición libros, artículos, bibliotecas del mundo entero, es decir, la posibilidad de satisfacer las necesidades de adquirir nuevos conocimientos y mejorar la comunicación con otras personas.
Sin embargo, la penetración del internet ha transformado la manera de producción de los medios y la información contenida en estos. La práctica de lectura, acceso y búsqueda de información de las personas también se ha visto alterada. Uno de los medios que más se vio afectado con esta nueva herramienta fue el de la prensa.
En ese sentido, los periodistas se han visto involucrados permitiendo que la rapidez se anteponga sobre la veracidad de las fuentes o el contenido periodístico. Así, algunos falsos profesionales ingresan a la red de redes, consiguen indicios, rumores, datos o chismes, falsos en la mayoría de las ocasiones, para publicarlo y «hacerlo grande». Hechos así demuestran cómo, a partir del Internet, el periodismo ha dado un giro de 180 grados.
Atraer públicos nuevos a sus paginas o ejemplares en internet, conservar la rentabilidad económica y política que perciben a través del soporte tradicional, y combatir la competencia de las innovadoras formulas periodísticas particulares de la cultura digital que se ha impuesto, son algunos de los retos que se ven obligados a cumplir.