En el marco de la materia «Innovación y estructura periodística», alumnos del séptimo semestre de la Escuela de Comunicación de la Anáhuac Mayab realizaron un primer ejercicio de crónica. Karen Moreno relata una tarde con Jocelín, quien recibió una fiesta de cumpleaños ambientada por los personajes del «Chavo del 8» en el marco del programa Cuéntame tu Sueño*
Llegamos a la una. Es una pequeña casa en una zona humilde de Progreso. El recinto donde sucedería la fiesta era pequeño y se encontraba en un proceso de ampliación. La entrada era una pequeña reja de madera con sacos de basura y otros de cemento afuera, junto a las bolsas que aparentemente habían sido olvidadas por varios días.
Los organizadores del evento llegaron desde la mañana para poder decorar la casa. El espacio de la ventana estaba tapado con una lona del Chavo del 8 y el de la puerta estaba tapado con una cortina para esconder el arco de globos de colores, la mesa con el pastel del chavo y los dulces que se encontraban dentro. En el patio, uno techado e inconcluso, habían igual tres mesas con manteles de colores y diez sillas en cada una. Debajo de la mesa con el pastel, se encontraban unas bocinas, escondidas por el mantel, reproduciendo música infantil
Cuando llegamos ya estaba todo listo y no había nada más que hacer que esperar la llegada de los invitados y la cumpleañera. “Nos dijeron que invitaron a cincuenta personas”, comentó una de las organizadoras, “pero ya no hay espacio” explicando así la razón por la que habían sillas alineadas a la pared de la entrada.
Mientras esperábamos había silencio, se sentían los nervios en el aire con la esperanza de que saliera todo bien. La espera no fue mucha, ya que llegaron los primeros cinco invitados, familiares, a los cuales recibimos todos gritando “bienvenidos”, muy emocionados.
Rápidamente los organizadores fueron a la pequeña casa, que más bien era un cuarto que jugaba el papel de sala, comedor y cocina al fondo del lugar y sacaron platos con botanas preguntando a los invitados si se les ofrecía algo de tomar.
Más invitados llegaron y se repetía el patrón anterior. Los presentes se sentaban en parejas y tenían conversaciones en tono bajo. Todo cambió cuando llegó la festejada Jocelin Magaña con su mamá Lucy, quien al ver toda la decoración, derramó una lágrima. “Gracias, muchas gracias de verdad”, decía Lucy mientras se limpiaba las lágrimas.
“¿Recuerdas que dijiste que tu sueño era tener una fiesta del Chavo del 8?”, preguntó una de las organizadoras a Jocelín. Ella asintió. “¿Quieres ser parte de tu programa favorito?”, preguntó de nuevo la organizadora. Al ver la sonrisa de Jocelín, le entregó un trajecito de ‘La Chilindrina’ a Lucy para que cambiara a su hija y cumpliera su sueño.
Poco tiempo después, Jocelín volvió en su silla de ruedas disfrazada de la chilindrina y todos nos pusimos a jugar con ella. Los invitados no hablaban mucho, pero la risa de Jocelín llenaba el silencio. Después de un rato de juego y bailes con la festejada y algunos otros niños, empezamos a repartir comida a los invitados.
Las organizadoras consiguieron la donación de la comida y los refrescos a través de distintos grupos sociales de la Universidad. Había de spaghetti, tamales, nuggets y hamburguesas en abundancia. Mientras algunos repartían comida, nosotros recibíamos al show que amenizaría la tarde pues se habían prometido traer tres botargas del Chavo del 8 animado, pero al final se habían traído a todo el elenco de ese show y hasta algunas princesas de Disney, una animadora y un pinta-caritas.
La animadora acomodó el sonido y tomó el micrófono para dar la bienvenida y presentar al show. Mientras el show bailaba, todos los invitados e incluso los organizadores comíamos en el cuarto contiguo. Súbitamente, doña Lucy entró llorando. La abrazamos para consolarla y la llevamos de vuelta a donde estaba al show para que bailara con su hija.
* “Cuéntame tu sueño” es un programa que se dedica a cumplir los sueños de niños con enfermedades complicadas. Esto se hace a través de la asignación de un niño o niña de bajos recursos a un grupo de jóvenes con la iniciativa de ayudar. Durante un semestre escolar se hacen 3 o más visitas al niño/a asignado para llegar a conocerlos mejor, descubrir cuál es su sueño y ayudar a que se cumpla. Esta actividad consistió en hacer una fiesta de cumpleaños para Jocelin Magaña, una niña que cumplió 7 años y que tiene una enfermedad llamada mielimelingocelen.
