El peor año de su administración

El peor año de su administración

El 2014 ha sido un año muy tenso en materia política y social y para Enrique Peña Nieto ha sido el peor de su administración. De hecho, ya desde finales del 2013, se empezaban a recrudecer los problemas de seguridad en Michoacán. Así, para inicios del 2014, teníamos un asunto muy serio de ingobernabilidad en ese estado. La historia la conocemos: pobladores que, inconformes por el poco interés de las autoridades en debilitar el poder del narcotráfico, se organizaron en autodefensas y decidieron tomar las riendas de la lucha contra el crimen organizado, un tema al que el gobierno federal había estado evitando.

Paralelo al problema de las autodefensas estaban, y aún continúan, las voces inconformes por las tan cacareadas reformas estructurales, cobrando mayor importancia la energética, algo que parecía inamovible por el Estado Mexicano.

Por otra parte, en junio se desató el caso de Tlatlaya, lugar donde militares arremetieron contra civiles. Tampoco hay que olvidar el escándalo por el cambio de los planes de estudio del Instituto Politécnico Nacional, algo que se les fue de las manos a Chauyffet y a Osorio Chong.

Sin embargo, el momento más crítico de la administración de Peña ha sido la desaparición forzada de los 43 normalistas en Iguala. Una crisis tras otra crisis.

En ese sentido, no cabe duda que la actuación de EPN y su gabinete en su conjunto han dejado mucho que desear. Discursos llenos de demagogia, promesas y compromisos al aire.

Sin embargo, cuando aparecen estas situaciones de crisis, a Peña se le ve muy poco. Del «Mexican moment» pasamos al «Mexican murder» y del «Saving Mexico» pasamos al horror. Los expertos dicen que México crecerá muy poco económicamente y los resultados concretos de las reformas aún están muy lejos de llegar. No se ve un panorama alentador para el país en el 2015.

No es gratuito que la prensa internacional, que antes elogiaba la gran hazaña de la más alta autoridad del país, ahora señale las deficiencias, la ineptitud y el grado de descomposición que vive el Estado Mexicano, encabezado por Peña Nieto.

Tampoco lo es que miles de mexicanos, desde las más altas esferas hasta las clases más populares del país, pidan la renuncia inmediata del presidente. Lo cierto es que sólo el tiempo nos dirá si EPN abandonará su puesto o logrará sortear este gran y prolongado trago amargo.

De momento queda el grado de indignación en el pueblo mexicano diciendo #Yamecansé.

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *