Finaliza una de las mejores épocas de todo el año para la mayoría de las personas. El tiempo de las posadas, los preparativos, los adornos y regalos.
Ciertamente, la Navidad es el tiempo cuando la gente quiere hacer actos buenos, convivir más con la familia y amigos, pero hoy en día se ha perdido el verdadero sentido de estas fiestas. La mercadotecnia nos ha hecho cambiar nuestra manera de vivir la Navidad como debería de ser.
Vivimos en una sociedad materialista: sólo gastamos y gastamos dinero en regalos, en adornos para las casas, en dulces y chocolates. Sólo pensamos en qué vamos a dar y qué vamos a recibir. Los niños esperan con ansias a Santa Claus y es lo que más les emociona de este día.
No es que sea malo dar o recibir regalos y adornar nuestras casas: lo malo es que vivimos esta fecha sin importar el verdadero sentido que es el nacimiento de Cristo.
Es una época para aprovechar hacer obras buenas por los demás, compartir de nuestro tiempo con la gente que está sola en las calles o visitar a los enfermos. Inclusive adoptamos otra manera de festejar las posadas, que se han convertido en fiestas donde se consume muchísimo alcohol y otros vicios.
Asimismo, ya no nos conformamos con detalles: exigimos a nuestros padres el regalo más caro o el mejor del año. ¡Sólo estamos pensando en recibir¡.
De esta forma, en los días finales de este 2014, debemos de intentar vivir estos tiempos de celebración de una manera diferente. Vivir sin bombardearnos por el materialismo y la mercadotecnia y sin olvidar jamás de celebrar a Cristo, que debe ser el principal festejado todos los días.
Fuente de la imagen: http://mercablogtecnia.files.wordpress.com/2010/12/shopping.jpg?w=584
