El campo de concentración de Auschwitz, Polonia, se creó en las instalaciones de un antiguo cuartel monárquico. Entró en función en 1940 y era famoso por ser el primer campo con una cámara de gas, también se le denominó como el campo central. “El trabajo te hará libre” era lo que leía la entrada del lugar, pero ahí la gente no trabajaba, ahí morían. Sufrían y morían.
Los nazis convirtieron el campo en uno de los peores sitios de deshumanización. Allí se cometieron las peores crueldades y atrocidades. Torturas y fusilamientos ocurrían a diario y la gente que moría por enfermedad, inanición, fatiga o frío quizás corría con más suerte que vivir los horrores de la escuadra nazi o morir a causa de sus barbaries.
Contaba con cámaras de gas, horcas, paredes forradas de caucho para fusilamientos, sótanos en los que encerraban a sus presos e incluso crematorios con una capacidad para quemar cerca de 5mil cuerpos al día.
El 27 de enero de 1945, luego de cinco años inhumanos, tropas del ejército soviético ingresan al campo de concentración de Auschwitz y liberan a aproximadamente 7,500 supervivientes, que en su mayoría eran judíos. El Ejército Rojo había entrado a Polonia en los primeros días de este mes y ya había liberado campos en Varsovia y en Cracovia.
Sabiendo que los soviéticos se acercaban, los nazis alemanes se dedicaron a hacer asesinatos masivos “de último momento”, a tratar de esconder evidencias (volando crematorios, por ejemplo), y muchos de los generales escaparon.
Las tropas rusas encontraron almacenes con miles de vestidos, sombreros, zapatos y otras pertenencias de los judíos que los alemanes no lograron deshacer.
No existen palabras para hablar o escribir sobre un lugar creado para realizar un genocidio planeado, pero aún peor, no hay palabras para expresar que el mismo ser humano que tiene la capacidad de sentir amor, es aquel que se atreve a aniquilar, sin empatía alguna, a alguien que con llantos y gritos lo único que hace es responder al dolor.
Fuentes: history.com, corazones.org, hechoshistoricos.es,