Durante la crisis de los 70’s, un grupo de radicales armados que se llamaban a sí mismos “Ejército Simbiótico de Liberación” (SLA), surgió en California. Estas personas realizaban actos terroristas, so pretexto de que lo que buscaban era incitar guerrillas en contra del gobierno de Estados Unidos y destruir al estado capitalista para desencadenar una revolución socialista.
En ese entonces Patty Hearst vivía en la calle Benvenue de Berkeley, California. Era hija de una familia rica y muy poderosa: su abuelo era el magnate de prensa y empresario William Randolph Hearst. Es por esto que la joven estaba en la mira de un plan estratégico de la SLA: sorprender al país y hacer noticia de primera plana.
El 4 de febrero de 1974, alrededor de las 9 de la noche, golpearon la puerta del apartamento #4. La derribaron y entraron con armas en mano un grupo de hombres y mujeres que, después de golpear al novio de Patty, metieron a ésta en una cajuela y se la llevaron.
A pocos días del secuestro, la SLA sacó a la luz grabaciones de audio en la que exigían millones de dólares y comida para los pobres a cambio de la liberación de Hearst. Pero pronto la heredera de las fortunas más grandes de EE.UU. se convirtió en la imagen de revolución para la causa socialista.
El FBI había sumado esfuerzos en la búsqueda de Hearst y la detención de la SLA. Pero en abril de ese año, Patty Hearst lanzó un audio en el que declaraba su unión a la SLA. Se había cambiado el nombre y había decidido luchar por “liberar a los oprimidos”. A las pocas semanas fue vista, a través de las cámaras del banco Hibernia, asaltándolo, dando órdenes a las víctimas y cubriendo a sus cómplices.
Las fuerzas del gobierno y el FBI intentaron cientos de veces capturar a los miembros de la SLA. Muchas pérdidas de parte de ambas partes tuvieron lugar en los “juegos” de atrape y escape. En primera plana se veía que el grupo revolucionario ocasionaba tiroteos, robaba y asaltaba, y la joven millonaria viajaba de estado en estado para evitar ser detenida.
Finalmente, en septiembre de 1975, Patty Hearst fue capturada por fuerzas del FBI. La acusaron de robo y otros delitos. Algunos juicos la defendían por padecer el síndrome de Estocolmo*, pero la condena fue de 7 años de prisión. El Presidente Jimmy Carter conmutó sus cargos, dejándola con una sentencia cumplida de dos años. En 2001, Bill Clinton le otorgó perdón completo, posiblemente porque Hearst era una figura importante en los medios de comunicación y política.
Todos los miembros de la SLA han muerto o se encuentran detenidos, la última captura fue en 2002.
* El síndrome de Estocolmo es un proceso psicológico en el que la víctima de un secuestro o toma de rehenes, genera vínculos afectivos o de empatía con el secuestrador.
Fuentes de información: sfgate.com, batanga.com, tuotromedico.com, fbi.gov
