Margaretha Zelle usaba el nombre de Mata Hari para su vida artística. Era una de las bailarinas exóticas más importantes de París al tiempo de la Primera Guerra Mundial. Originaria de los Países Bajos, a los 18 se casó con un soldado alemán 21 años mayor que ella. Tuvieron dos hijos pero el niño murió a temprana edad. Vivieron en Java y tras divorciarse, Margaretha obtuvo la custodia de su hija.
Cuando se mudó a París, tomó el personaje de una bailarina de bailes eróticos orientales. Mata Hari atrajo a miles de espectadores en París, Berlín, Viena, Madrid, y otras ciudades de Europa. Tenía una fuerte audiencia en la aristocracia y contaba con amantes generosos que disfrutaban de su compañía.
Al estallar la Gran Guerra, Hari se rodeó de figuras políticas y militares alemanes y sus enlaces transfronterizos llamaron la atención de la policía francesa, quien la puso en vigilancia secreta.
El 13 de febrero de 1917 Mata Hari es detenida en un hotel de París y es llevada para ser interrogada. Las investigaciones concluyeron con que los franceses la habían enviado a España para relacionarse con miembros de la naval alemana y recopilar información para los franceses. Sin embargo, dentro del negro mundo del espionaje, era sospechosa por ser doble agente y colaborar, de igual forma, con los alemanes.
Mata Hari entró a juicio y fue acusada de ser doble espía. En julio se declaró culpable y la condenaron a muerte. A pesar de que dirigió directamente al presidente de Francia una absolución, su perdón fue negado y la ejecución se realizó meses después.
En una mañana de octubre de 1917 un auto la condujo de su celda en París a un cuartel militar en las afueras de la ciudad, donde la esperaban sus verdugos. Mata murió a los 41 años de edad con la cabeza en alto, asumiendo su condena.
Fuentes de información: eyewitnesstohistory.com, buscabiografias.com