Esta es una columna orientada hacia el cine popular, pero en esta entrada tomaré una definición más amplia de lo que significa eso y hablaré de una de las más deplorables y machistas prácticas narrativas: la de refrigerar personajes.
El término debe su nombre a un cómic noventero de ‘Linterna Verde’. En éste, el superhéroe encuentra, al regresar de una confrontación, a su novia asesinada, descuartizada y metida al refrigerador por un sádico villano.
Un personaje refrigerado, como lo es el ejemplo que le dio nombre al tropo, es uno que es matado no con la intención de obtener una respuesta de parte de la audiencia ni como parte de un desarrollo narrativo, sino para causar angustia emocional en el personaje principal.
‘Alexandra DeWitt’, el personaje refrigerado en cuestión, sólo llevaba un corto tiempo de haber sido introducida. Lo único que la audiencia sabía de ella es que era la novia de Linterna Verde.
El autor nunca se tomó la molestia de hacer que al lector le importara ‘Alexandra’ porque ése nunca fue la intención de su existencia. ‘DeWitt’ existió únicamente para que el superhéroe tenga algo de que vengarse. Un personaje refrigerado no es un personaje: es una herramienta narrativa.
El fenómeno fue primero observado por la escritora de cómics Gail Simone, quien en 1999 elaboró una lista de personajes femeninos que han sido utilizados de tal manera.
En este contexto, «refrigerar» no necesariamente significa matar: basta con que el personaje sea víctima de un mal cuya única repercusión narrativa sea la llamada a acción de otro personaje.
La economía de personajes es algo importantísimo, especialmente en el cine. ‘Whiplash’ fue una gran historia y solo tuvo 4 personajes importantes. ‘Ex Machina’ sólo tuvo 4 personajes también. ‘Deadpool’ combinó personajes del cómic para construir a los de la película (‘Weasel’ también juega el papel que jugaba ‘Patch’ en la historieta, lo mismo con ‘Francis’ – ajem, ‘Ajax’ – y el doctor ‘Killebrew’).
Menciono esto para ilustrar que los personajes son una de las piezas narrativas más importantes en una historia y crear uno que sólo tiene un propósito en la trama, y además uno tan crudo como éste, es simplemente guionismo mediocre. Hay otras maneras de causar angustia emocional en el protagonista. Matar a otro personaje es simplemente de mal gusto.
Y claro, luego está la cuestión de que la mayoría de las víctimas de refrigeración son mujeres – madres, hijas o intereses románticos – descartados para doler al protagonista hombre.
De lo contrario, ¿qué rol juega ‘Shmi Skywalker’ en ‘El Ataque de los Clones’ más que causar la caída de ‘Anakin’ al lado escuro a través de su trágica muerte? ¿Qué hay de la esposa de ‘Maximus’, en ‘Gladiador’, que muere junto a su hijo sólo para que el protagonista tenga razón para vengarse? ¿Qué propósito tiene ‘Barbara Gordon’ en ‘Batman: The Killing Joke’ más que ser una víctima de alto calibre para el ‘Joker’?
Estos personajes no están hechos para que a la audiencia le importe su muerte, sino para ser causantes de dolor y servir para avanzar la trama. Refrigerar significa utilizar algo tan masivo y complejo como un personaje para un burdo unidimensional propósito: es no saber aprovechar las herramientas que proporciona una narrativa.