Aprender de los dramas coreanos (opinión)

Aprender de los dramas coreanos (opinión)

Por: Danya Cantón

Hace algunos años vi por primera vez un drama coreano: ‘To the beautiful you’. Puedo decir que al fin, luego de años, logré ver una buena «novela» que no termina siempre en lo mismo, a diferencia de las novelas mexicanas.

Llegó un momento en que realmente me aburrí de acompañar a mi abuelita para ver novelas que pasaban en la televisión. Las historias eran (y son) siempre las mismas. Primero, la mujer atractiva, pero muy pobre que se enamora del guapo chico rico, que a pesar de llevarse muy mal (además de enamorarse a primera vista) terminan juntos, casados y con su final feliz.

No obstante, todo cambió cuando conocí aquellas novelas coreanas, mismas que se denominan dramas. Luego de «To the beautiful you», quise ver más y la siguiente fue «Mi novia es una Gumiho». Me parecía sorprendente cómo ninguna era predecible. Todas siempre poseían distintas tramas, finales tristes, algunos inesperados y otros felices. Sin duda, el drama que más me ha gustado (tal vez porque lo estudio) fue «Pinoccio», que trata sobre el mundo del reportaje y noticieros televisivos. Realmente lo recomiendo.

Siendo sincera, para mí las telenovelas mexicanas son una basura. ¿Por qué? Es simple. Las historias son las mismas, pero retocadas. Además, las escenas son eternas, siendo un recurso constante para «brindar tensión» enfocar al actor aproximadamente por diez segundos o tal vez más. Es realmente aburrido y cansado ver que, si se llega a presentar un problema, tarden alrededor de diez días para resolverlo. A diferencia de las novelas, los dramas coreanos contiene aproximadamente 26 capítulos normalmente, pero siempre te dejan con esa sensación de querer más.

Pero claro, la basura televisiva que tenemos seguirá si se sigue consumiendo. Sinceramente, me gustaría no ver la típica telenovela, sino algo que, a pesar de poder ser largo, pueda cautivar al televidente e incluso logre sacarlo de la monotonía, incluso brindándole una visión más realista: vamos, eso de ser la chica pobre que terminará casándose con el dueño de una gran empresa sucede una vez en un millón.

Los dramas coreanos son mil veces mejores que las novelas mexicanas. Espero de verdad, que a beneficio de la televisión y entretenimiento mexicano, las grandes empresas busquen innovarse y dejen de pasar lo mismo una y otra vez.

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