Uno de los personajes más icónicos de las fechas decembrinas es, sin duda, Santa Claus, representado por los medios de comunicación como un viejito altruista y nada xenófobo, rechoncho, de barba blanca que porta un traje rojo.
El origen de Santa Claus data más o menos a mediados del siglo XIX, siendo representado de distintas maneras y diversos nombres.
La imagen que todos tenemos ahora de Santa Claus tiene una gran relación con la publicidad y mercadotecnia, en especial con una de las compañías mas exitosas de todos los tiempos: Coca-Cola.
El Santa Claus como lo conocemos ahora comenzó a ser viralizado en el año de 1931 en una campaña publicitaria navideña de la marca refresquera, vistiéndolo con el color rojo para que la gente lo relacionara con su producto
De hecho, fue Haddon Sundblom el dibujante al cual le fue encargada la tarea de crear un personaje basado en San Nicolás, cálido y con el cual la gente pueda relacionarse. Para ilustrarlo, Sundblom se basó en el poema A Visit From St. Nicholas de Clement Clark Moore.
Ya han pasado muchos años y la figura de Santa Claus ha quedado estableció para todos.
En estos tiempos hablar de este personaje es sinónimo de la Navidad y de la ilusión de los niños que esperan dormidos todos los 24 de diciembre para que este personaje regordete le deje un regalo a cada niño del mundo bajo el árbol.