El pasado miércoles, en la Casa Blanca, el Presidente Trump firmó, tras múltiples protestas, una orden ejecutiva que pondrá alto a la separación de familias en la frontera sur de Estados Unidos. De esta manera, Trump aceptó su derrota frente a la comunidad internacional, después de días de negar su capacidad de cambiar la situación, ya que sólo los legisladores podían hacerlo.
Al firmar la orden, el presidente estadounidense ratificó la política de «cero tolerancia» y su plan de construir la pared divisoria. El único cambio provocado por el reciente documento será que, al llegar a los Estados Unidos, las familias serán detenidas juntas.
El Vicepresidente Pence, quien acompañó a Trump al firmar, comentó que, mientras este documento permitirá a las familias quedarse unidas en un futuro inmediato, queda en manos del Congreso encontrar una solución permanente.
A pesar de permitir a los menores permanecer con sus padres, la orden no mejora mucho la situación, ya que sigue destinando a los pequeños a centros de detención.