La Doctora Miriam Marín Miranda, investigadora del Centro de Ciencia Aplicadas y Desarrollo Tecnológico de la Universidad Nacional Autónoma de México (CCADET-UNAM), ha desarrollado un posible sustituto de tejido óseo sintetizado a partir de ceniza de cáscara de arroz a través de una semilla que contiene los elementos que facilitarán la labor de las células regeneradoras del tejido de hueso.
De esta forma, la especialista indicó que este material es denominado un biovidrio, debido a que sus propiedades pueden favorecer la osteogénesis, osteoconducción y osteointegración, las cuales , son características fundamentales para la regeneración ósea. Por si fuera poco, también aporta nutrientes como el silicio hasta en un 95 por ciento, así como calcio, sodio y pentóxido de fósforo que se encuentran en la composición de los biovidrios y la composición ósea.
Entre la gran variedad de ventajas del biovidrio está el beneficio de ser barato ya que su materia prima proviene de un desecho agroindustrial y en el caso de que funcione adecuadamente, se absorberá conforme las células que reconstruyen el hueso: la prótesis sería permanente. Se estima que la creación del biovidrio pueda tener un costo muy accesible al público en general: 500 pesos mexicanos.
Cabe señalar que, el polietileno, el titanio y otras aleaciones metálicas, son los materiales más comunes con los que se ha trabajado hasta la fecha son propensos a generar infecciones y un deterioramiento posterior a la cirugía.
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