Keiko Fujimori, hija del ex presidente de Perú, Alberto Fujimori, fue detenida el pasado miércoles 10 de octubre tras el dictamen de la fiscalía por recibimientos de presuntos fondos ilícitos por parte de la compañía brasileña Obredecht, para la campaña de elecciones en 2011.
La ex-congresista fue interrogada por el juez Richard Concepción, mismo que dictaminó su primera sentencia, la cual establece un arresto preventivo durante diez días. Dicha sentencia tuvo consecuencias directas al partido Fuerza Popular, del cual se vieron afectados hasta 19 personas, entre ellas el ex-ministro Jaime Yoshiyama.
La constructora brasileña Obredecht, conglomerado dedicado a los campos de energía y construcción, fue acusada de financiar con fondos no contabilizados la campaña de Fujimori. Fondos de hasta 1.2 millones, esto declarado ante los fiscales sudamericanos por el exsuperteniente de Perú de Obredecht, Jorge Barata.
La fiscalía afirmó en la pasada sentencia, la existencia de una organización criminal de hasta 20 funcionarios del partido Fuerza Popular, los cuales recibían fondos de conglomerado brasileño a cambio de otorgamiento de obras sobrevaluadas y beneficios normativos. Dicha organización seria manejada por Fujimori y la captación de fondos por los exministros Yoshiyama y Bedoya.
