Estefanía Jonapá Urbina es originaria de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; con tan solo 20 años de edad, debido a su entrega y pasión por el deporte blanco, este año se coronó campeona de la Copa Marista por tercera vez consecutiva.
Pero los resultados no se dan de la noche a la mañana; sus inicios en el tenis comenzaron cuando tenía diez años, y gracias a su tía Patricia Hernández García, quien tenía un gusto peculiar por la ropa deportiva, en especial la de este deporte, decidió inscribirla a un curso de verano:
Tenia 10 años, era verano y me quería meter a un deporte con mis primos, en ese entonces éramos 12; al terminar, solo a una prima y a mi nos gusto, así que nos quedamos a clases particulares… así fue como comenzó todo.
Dos meses después, participó en el torneo local, “Rene Carrillo”, siendo esta su primera competencia formal; enfrentándose con tenistas estatales:
Por obvias razones no gane; apenas sabia contar los puntos. Con el paso del tiempo vas aprendiendo las reglas del deporte, en ese torneo me enteré de que no se podía tocar la red porque corrí hacia adelante, alcance la pelota y la pase, pero para detenerme toque la red; y el arbitro anunció que era punto para la contraria- recalcó que lo recuerda con mucha gracia.
Un año después, gano su primer torneo, y en la semifinal venció a su prima, Fernanda Urbina Hernández, quien la acompaño desde sus inicios en el curso de verano:
Fue en novatos, mi entrenador nos decía que teníamos que ganar 3 torneos para pasar de categoría. Me sentí muy feliz, le gané la final a un chico de 16 años; en ese entonces, lo veía muy grande e imponente.
En la vida y en el deporte, existen buenas y malas rachas, para Estefanía se combinan en una frase: “Mi rodilla derecha”:
A los 16 años, cursaba la preparatoria, y en el deporte, se encontraba en el mejor momento de todo tenista “la categoría 16 y menores”. En su segunda casa, el “Club Deportivo Tuxtla”, hicieron un torneo interno en equipos, en los cuales, había un jugador de cada categoría.
Me toco jugar en contra de Juan Pablo Zebadúa, quien actualmente es mi compañero de equipo de la universidad; nuestra categoría era B varonil, íbamos 2-1 y en uno de los golpes, me hizo una dejadita y salí corriendo a la red, pero llegué antes a la pelota”.
Lo que Jonapá hizo fue frenar de golpe con la pierna derecha para poder acomodarse bien a su próximo movimiento.
Se me doblo la rodilla hacía adentro, ha sido el peor dolor de mi vida; me tire al suelo y grite agarrándome mi rodilla, me ayudaron a pararme, pero aun seguía con el dolor, intente poner mi pie, y sentí que se me volvió a doblar, no tenia fuerza…
Luego de llegar al hospital, el doctor señaló que se trataba de un esguince de 3er grado:
En ese momento mi miedo mas grande era que ya no podía volver a agarrar una raqueta en mi vida; le decía a mi papa que yo quería seguir jugando, era mi mejor etapa… la de cualquier tenista.
Estuvo en reposo por una semana, pudo volver a caminar con muletas dos semanas después, poco a poco fue fortaleciendo su rodilla:
Estuve tres meses sin jugar tenis, en los cuales iba a rehabilitación con electrodos y ejercicios en casa. Regrese a las canchas con miedo, no corría y no brincaba, iba con la rodillera bien apretada.
Tiempo después, jugando en el recreo fue portera y volvió a sentir el dolor en la rodilla, dejándola dos meses fuera de las canchas. A su regreso:
Fui súper cuidadosa, desde esa vez no volví a pisar un centro de rehabilitación, actualmente no me duele, pero siento que mi rodilla lo reciente aun
Actualmente, practica crossfit, y el día de la semi final de la Copa Marista 2019, sintió un dolor familiar en su rodilla, pero opto por pensar que todo era mental:
Al entrar a mi partido, se me olvido lo de la rodilla y jugué si preocupaciones. Hasta ahora, soy muy cuidadosa con mi rodilla derecha…
Tras coronarse tricampeona en dicho torneo, señalo que:
Me sentí muy satisfecha con mi forma de jugar la final, sentí que en mucho tiempo no tenia esa confianza en un partido, y no me sentía así desde antes de la lesión…
Actualmente representa al equipo de tenis de la Universidad Anáhuac Mayab, el cual, a pesar de ser un deporte individual ahora más que nunca, gracias al crecimiento repentino de tenistas novatos; se siente parte de un equipo:
Este padre sentirte perteneciente a un equipo, y mas en el deporte blanco, nos apoyamos mutuamente en los partidos. Más allá de competir y ganar, te comprometes más porque no solo es ganar por ti misma, hay mas gente que esta atrás.