Un conjunto de expertos alemanes provenientes de la Universidad de Heidelberg encontró en una caverna sumergida en Tulum el restos de una mujer de 1.64 metros de altura, a quien llamaron Ixchel. El esqueleto, datado de 9 mill 900 años, presenta características diferentes a las de los primeros mexicanos conocidos hasta ahora.
Wolfgang Stinnesbeck, miembro del grupo de científicos, explica que el esqueleto recuperado se encuentra un 30 por ciento completo. Éste fue recuperado de la cueva Chan Hol, parte del sistema de cuevas subterráneas de Tulum. Para determinar la edad y características del cadáver se utilizó un método de datación no dañino y se compararon las mediciones craneométricas con 452 cráneos de América del Norte, Central y Sur.
El análisis determinó que Ixchel, quien se estima murió aproximadamente a los 30 años, tiene un cráneo mesocefálico, al igual que otros tres cráneos encontrados en Tulum, los cuales fueron utilizados como parámetro de comparación. A diferencia de los demás cráneos aparecidos en la región, que además tienden a ser largos y estrechos, estos cráneos también llaman la atención por poseer caries, lo que indica una posible dieta alta en azúcar. Esto es algo poco común entre cráneos de esa época.
Por último, los científicos mencionan que los esqueletos encontrados en Tulum indican la presencia de dos grupos diferentes de personas prehistóricas habitando el continente Americano o que «hubo tiempo suficiente para que un pequeño grupo de colonos tempranos que vivían aislados en la península de Yucatán desarrollaran una morfología del cráneo diferente.»