Cuando las personas opinan qué se necesita para mejorar a la sociedad, es recurrente pensar en todo tipo de políticas lideradas por ideologías de izquierda.
No obstante, un escaso porcentaje de la población considera que el conservadurismo es capaz de hacer florecer al mundo.
En dicho orden de ideas, se debe esclarecer ¿qué es el conservadurismo?
Aunque parezca una pregunta fácil de responder, la realidad es que no lo es, ya que no existe una definición universal de conservadurismo.
Esa interrogante, es posible que expertos en el tema puedan tardar toda una vida para contestar. De todos los referentes en ese concepto, personalmente me adhiero más al que brinda el intelectual estadounidense George Will en su libro The Conservative Sensibility.
Se define como la defensa del orden espontáneo y de los derechos naturales del hombre que son otorgados por nuestro creador: vida, libertad y propiedad, citando a Friedrich Hayek.
En tanto, Roger Scruton en su obra Conservatism: an invitation to a great tradition indica que es la defensa de la sociedad civil, es decir de las comunidades, costumbres, normas, instituciones que surgen de la experiencia que nuestros ancestros transmiten sobre lo que se debe actuar.
Estas tradiciones que surgen en un orden espontáneo por la sociedad civil son las que permiten a la sociedad florecer y brindar orden. Al mismo tiempo se da libertad, ya que es necesario un orden moral y unas normas que conduzcan a la sociedad a realizar acciones responsables. Cabe señalar que no hacen necesaria la coacción estatal para solución de nuestros problemas.
En conclusión, se debe respetar el orden espontáneo ya que es necesario para nuestra libertad y el funcionamiento social, debido a que la sociedad civil es la primera línea de defensa contra el totalitarismo.