Chile: un modelo exitoso

Después del estallido social en Chile durante el 2018, el masivo voto a favor por una nueva constitución, las elecciones para constituyentes en las que la izquierda arrasó sobre la derecha, así como el hecho de que el comunista Daniel Juade lidere las encuestas presidenciales y que ninguno de los candidatos con oportunidad de ganar defiende el modelo económico chileno ha llevado a un consenso entre la sociedad sobre cómo el modelo “neoliberal” de la nación ha implementado por los chicago boys fue un fracaso. 

Sin embargo, a pesar de la propaganda emitida por décadas desde las elites intelectuales que tienden a la izquierda o a abrazar el opio de los intelectuales (socialismo), el modelo económico chileno, todo fue un éxito. 

La evidencia no solo es contundente, más bien no importa qué tanto se confundan los datos, los propios números siguen revelando la verdad sobre el éxito económico chileno. Según un estudio de Harvard, que se elaboró por el propio ministro de hacienda de la ex presidenta Michelle Bachellet (miembro del partido socialista) Rodrigo Valdez, el PIB per cápita creció un 280% o 5.3% anual entre los años 1990-2015, y el decil de ingreso más bajo tuvo un mayor crecimiento del ingreso (439%) en comparación ante el decil más alto (208%).

A su vez, el autor concluye que este repunte se debió principalmente por el crecimiento económico y no por las políticas de redistribución del ingreso: 

“Gracias al crecimiento económico, la expansión de los ingresos y el consumo ha sido demasiado importante para que demasiados hogares se queden en un segundo plano. Esta nota ilustra que incluso las políticas de redistribución radicales producen solo una fracción de lo que el crecimiento puede producir en términos de ingresos”.

Igualmente, se destaca que es uno de los países con mayor movilidad social de la OCDE en donde el 23% de los hijos con padres en el quintil de ingreso más bajo se encuentran en el quintil más alto.

Chile, en tanto, es la nación con el mejor sistema educativo de Sudamérica medido por las pruebas PISA, el es país con el índice de desarrollo humano más alto de Latinoamérica y con una puntuación similar con países como Portugal y los bálticos.

Además, la entidad tiene el 13º mejor sistema de pensiones en el mundo, según el Menser Global Pension Index

De acuerdo con la Comisión Nacional de Productividad entre los años 1982 y 2014, se tuvieron los siguientes porcentajes:

  • Reducción de pobreza de 45% a 8%
  • Hogares con televisión a color de 27% a 97%, 
  • Refrigeradores de 49% a 96%, 
  • Lavadoras de 35% a 93%, 
  • Teléfonos fijos de 11% a 51%, 
  • Automóviles de 18% a un 48%, 
  • Expectativa de vida de 69 a 79 años, 
  • Hacimiento de 56% a 17%, 
  • El número de años de educación pasó de un 7.7 a 11 años. 

Sin embargo, diversos progresistas o socialistas argumentarían que el sistema es injusto ya que es un infierno que la desigualdad siga creciendo desde la llegada del “neoliberalismo”.

No obstante, este argumento es falso ya que en los últimos 30 años más que aumentar, la desigualdad disminuyó considerablemente.

Por ejemplo, en 1990 el coeficiente GINI era de un 57.2 (1 más desigualdad, 0 menos desigualdad). En el 2017 era de un 44.4%, de esta forma en 1990 el porcentaje de ingreso del 10% más rico de la sociedad era de un 47%.

Para 2017 era de un 36.3%. Esto no significa que todo esté bien en Chile, se necesitan seguir implementando reformas pero esas leyes necesitan regresar al modelo social de mercado y no alejarse de éste.

Después de todo, Chile es uno de los pocos países del mundo que en los últimos 20 años ha incrementado los impuestos hacia las empresas, pasando de un 15% en el 2000 a un 25% en el 2020.

En el ranking de Doing Business pasó de ocupar el puesto 24 en el 2006 a ocupar el puesto 59 en el 2020.

Su puntaje de libertad económica ha descendido desde el 2013 y sus pensiones tienen que mejorar, aunque esa reforma no significa implementar un sistema de reparto, más bien fortalecer el sistema de capitalización individual permitiendo más competencia entre las AFP, aumentando el porcentaje de cotización hacia el retiro, incrementando la edad para retirarse.

También es necesario aumentar el porcentaje de personas que cotizan por más de 30 años ya que solo el 10.5% de la población cotiza por más de 30 años y el 40% cotiza menos de 15 años. 

Pero, a pesar de toda la propaganda difamatoria en contra de Chile, y de la victoria de la izquierda, el modelo económico chileno sigue siendo un ejemplo a seguir para todo el mundo.

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