Después de mucha espera, los aficionados de la Fórmula 1 presenciaron un premio lleno de muchas emociones y alegrías. El turno correspondió a Bélgica, que después de altas expectativas, largas vacaciones, mucha lluvia e incompetencia de la FIA, las pistas por fin volvieron a lucir.
A su vez, al entrar en la parte técnica de la F1, por regla un Gran Premio debe tener como límite tres horas de duración después de su hora de inicio y también debe esperar cuando menos dos vueltas para ser reconocido como GP. Asimismo, resulta importante mencionar que de no completar el 75% de las vueltas los puntos se reparten a la mitad, esto significa que si un piloto obtiene el primer lugar, éste no gana 25 sino que obtiene 12.5 puntos.
Dicho lo anterior, después de una larga espera, la FIA decidió aplazar la carrera. Pero, no para un día sin lluvia, solo para una hora posterior.
¿Cómo inició la travesía?
Justo cuando el público se encontraba listo para salir del recinto después de estar empapados de la lluvia, los altavoces anunciaron el inicio de la carrera.
Sin embargo, la FIA decidió que solamente se realizarían tres vueltas con el vehículo de seguridad, esto hizo que el Gran Premio fuera válido con puntos a la mitad y se pueda tener la ceremonia de podio.
Esto se vuelve una falta de respeto para el aficionado pero más que nada hace quedar a la FIA cómo un improvisado.
A continuación, analicemos las actuaciones más destacadas de este Gran Premio:
- Red Bull. Después de que checo Pérez tuviera un accidente en la primera vuelta de formación, se logró reparar el coche lo suficientemente rápido para que pudiera salir. Aunque sea solo para girar tres vueltas.
- Alpine. Sus mecánicos bailaron profesionalmente la Macarena.
- Haas: Mick Schumacher y un mecánico pudieron vencer a Sebastian Vettel e igualmente y con un mecánico de Aston Martín en un partido de fútbol.
Y ahora, determinemos las actuación más decepcionante de este fin de semana:
La FÍA. En pocas palabras realizó una estafa. La razón obedece a que decidió vender a la gente un Gran Premio de tan solo dos vueltas con el coche de seguridad y hacer su ceremonia de podio. Esta acción se le llama estafar a la gente, pues quererle ver la cara y eso no se vale, ya que es preferible haberlo cancelado antes de que quieran hacerle esto a los aficionados que son los que mantienen a la categoría.
