Probablemente, si usted es alguien que lee periódicos americanos, le interesa e investiga sobre la situación económica de Estados Unidos, o presenta una orientación política por el progresismo y/o nacionalismo económico, seguro leyó o escuchó sobre lo siguiente: -Salarios e ingresos medios estancados en los últimos 50 años; la movilidad social incrementa, la clase media estadounidense está en crisis-, dichos comentarios se han propagado en la opinión popular, en los medios de comunicación y en la política.
El Foro Económico Mundial publicó el artículo “Productividad vs Salarios: cómo los salarios se han estancado”[1] en el año 2020, el Pew Research en 2018 redactó sobre la inflación y el sueldo real de la población estadounidense.
A su vez, el economista al Premio Nobel, Joseph Stiglitz, también hace mención en su libro Capitalismo Progresista que “Desde hace cuatro décadas, el ingreso medio del 90% de los estadounidenses apenas ha cambiado, mientras que el del 1% por ciento de la cúpula se ha disparado”[2].
Asimismo, políticos de ideología izquierda y derecha comparten el mismo pensamiento, sin embargo, afortunadamente ni los salarios se han estancado, ni la clase media está en crisis, ni Estados Unidos se encuentra en una crisis de movilidad social.
Empecemos aclarando la razón de por qué es un mito decir que los salarios se han estancado en Estados Unidos. Primero, hay que hacer énfasis que nos referimos a una jornada media, es decir, se mide el ingreso en el cual una mitad recibe sueldo superior a eso.
Mientras que, la otra parte obtiene menos de ese promedio, aquellos que dicen que se estancó el sueldo establecido, tienden a usar el índice de inflación erróneo y no toman en cuenta el efecto de impuestos, transferencias y tamaño de la familia.
El índice de inflación que usan las personas para decir que se estancaron los ingresos es el Índice de Precios del Consumidor (CPI por sus siglas en inglés) que es un indicador de inflación que usa el Departamento de Trabajo del país norteamericano.
No obstante, esta medida es incorrecta, ya que se tiene más evidencia económica que tiende a sobrestimar, por ello, los economistas emplean el índice de Personal Consumption Expenditure (PCE) o Gasto de Consumo Personal, herramienta que utiliza la Reserva Federal, la Oficina de Presupuesto del Congreso, y el Departamento de Comercio de Estados Unidos para calcular la tasa de inflación, debido a que el PCE integra el efecto de sustitución en comparación al CPI.
Ejemplificando lo anterior, si mañana las fresas que están en la canasta de productos para medir la inflación aumenta de precio, se considera un aumento que hace que las personas cambien fresas por plátanos, el CPI registrará el aumento de inflación mientras que el PCE no lo haría por la sustitución de productos por parte de los consumidores.
A su vez, la Reserva Federal de ST. Luis menciona que el PCE debería convertirse en el estándar y ser usado consistentemente para estimar y ajustar la inflación[3].
Por consiguiente, no es de esperar el crecimiento de ingresos cuando se ajusta a la inflación usando el PCE, ya que, cuando se toman en cuenta los impuestos y transferencias, se ajusta al tamaño de la familia y se obtiene un resultado diferente.
Un reporte de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) usa la metodología que describo entre 1979 – 2018, donde señala que el ingreso medio creció un 53% y el ingreso promedio del quintil más bajo (es decir del 20% más pobre) creció un 91%[4].
Por ello, la revista The Economist publicó un artículo desmintiendo el mito de ingresos estancados ya que al utilizar la metodología que usa el CBO, el crecimiento acumulado del ingreso medio pasó de 0% a más de 51% (el periodo que analiza es de 1979-2014)[5].
En tanto, un estudio del Urban Institute realizó una comparación de diferentes estudios y sus resultados sobre el crecimiento del ingreso medio y el crecimiento de la desigualdad muestran que el ingreso medio no mostró estancamiento y el resultado de la desigualdad fue menor al reportado[6].
De acuerdo con los Datos Económicos de la Reserva Federal (FRED), el ingreso medio familiar real (ajustado a la inflación) en términos de CPI, creció entre los años 1984 – 2019 un 30%[7]. A su vez, el ingreso medio personal real creció un 47% durante el mismo periodo[8].
Aunado con lo anterior, el economista Scott Lincicome del Cato Institute declaró que cuando se usa el índice PCE para ajustar a la inflación en vez del CPI se obtiene que el crecimiento del ingreso medio familiar real es de 47%, mientras que, el ingreso medio personal real un 61%[9].
Esto se suma al juicio del economista Michael R. Strain perteneciente al American Enterprise Institute, que demuestra que los salarios de los empleados que trabajan en empleos de producción de carácter no de supervisión crecieron un 30% en las últimas tres décadas[10].
Otro mito es el de la desaparición de la Clase Media Americana, un estudio del Urban Institute prueba que el porcentaje de la población perteneciente a la clase media, es decir, alguien que gana entre $30,000 y $100,000 dólares anuales, pasó de representar el 62% en 1979 al 49% en 2014 de la población estadounidense.
Sin embargo, las personas que predican la crisis de la clase media se basan en que el porcentaje de la población que era pobre o casi pobre, definido como alguien que gana menos de $30,000 USD anuales paso del 24.3% en 1979 al 19.8% en 2014, entonces la verdadera pregunta sería: ¿A dónde se fue la diferencia de la clase media?
La respuesta es que se hicieron ricos, ya que, las cifras que clasificaba como de clase media alta o rica, pasó de representar el 13% de la población en 1979 a 31.2% de los hogares[11].
Por consiguiente, no informan sobre el aumento de personas en la clase alta. Y, ¿qué pasa con la movilidad social o económica?, si usted lector analiza los periódicos o revistas de Estados Unidos, probablemente se encontrará con artículos diciendo cómo la movilidad social ha decaído o es menor comparado con otros países, entre estos artículos se encuentran el de la revista Forbes que publicó “Estados Unidos sale mal parado en otra medida de movilidad económica”[12] en 2018, y el del periódico The Guardian “El sueño americano de movilidad social está roto, mira los números”[13].
Para complementar, cabe recalcar que el economista Joseph Stiglitz escribió en su libro, “Capitalismo Progresista” que “el sueño americano de la igualdad de oportunidades es un mito”[14].
Aunque, hay muchos datos que se están evitando o malinterpretado y la evidencia que usan para fundamentar sus obras recae en dos fuentes, la primera consiste en usar los estudios que miden la movilidad social relativa, mientras que la segunda es un estudio realizado por el economista Raj Chetty de Harvard quien sostiene que la movilidad social absoluta se ha reducido desde 1940 en Estados Unidos.
Si se habla de la movilidad social relativa nos encontramos con unos datos no muy alentadores, según un reporte del 2012 del The Pew Charitable Trusts llamado “Pursuing the American Dream” (persiguiendo el sueño americano) 43% de los niños que crecen en el quintil más bajo de ingreso (pobreza) se quedan en el mismo quintil cuando son adultos.
Por su parte, solo el 4% llegan al quintil de ingreso más alto, y 40% de los infantes que crecen en el quintil más alto se quedan ahí como adultos, y aunque la mayoría de ellos que viven en la pobreza logran salir de ella, 43% sigue siendo una cifra muy elevada[15],
No obstante, según el científico social Scott Winship del Archbridge Institute en su reporte del 2018 “Economic Mobility in America” denomina que la diferencia de la movilidad de Estados Unidos es menor o hasta nula comparado con otros países desarrollados.
Esto se traslada en que la metodología para estudios tiende a ser diferente entre las naciones. Por ejemplo, Estados Unidos compara los ingresos de los hijos con los de ingreso familiar, mientras que en Escandinavia lo comparan con el ingreso del padre).
Del mismo modo, lo menciona en su reporte “Los Estados Unidos tienen tasas de movilidad relativa de los ingresos entre padre e hijo y entre padre e hija similares a las de otros países.
Pero, parece que la comparación es pobre en cuanto a la movilidad relativa de los ingresos familiares”[16], recordemos que, es importante recordar que las personas que crecieron en el quintil más bajo tienen un mayor ingreso que sus padres, ya que, según el reporte de Pew Charitable Truts el ingreso medio (ajustado a la inflación) del quintil más bajo de la generación de los niños, creció un 74% comparado al de sus padres en contraste con un crecimiento de 126% en el quintil más alto.
Es una realidad, la situación mejora ya que en la generación de sus padres si alguien ganaba en el 2008, alrededor de $39,800 dólares anuales se posicionan en el quintil más alto.
Ahora bien, si se compara con la generación de los hijos, ganar esa cantidad se clasifica como categoría de clase media, es decir, que los hijos que se encontraban en la clase media ganaban más que los ricos en la generación de sus padres.[17]
En otro orden de ideas, si nos concentramos en la movilidad social absoluta, el estudio que citan los defensores de la caída de la movilidad social, es una obra publicada en el 2016 por el National Bureau of Economic Research por Harvard Raj Chetty donde se encuentra que la movilidad social absoluta de los hijos que ganan más que sus padres pasó de 92% en 1940 a 50% en 1980, tal y como sucede con otros estudios que afirman que se han estancado los ingresos medios.
Estudios recientes muestran una perspectiva más favorable ya que según el mismo reporte de Pew Charitable Trusts se dice que el 84% de los estadounidenses ganan más que el ingreso familiar de sus padres y para los estadounidenses que crecieron en el quintil más bajo el porcentaje es de 93%[19].
En tanto, no hablamos de un incremento de unos cuantos dólares, ya que, según un estudio del 2013 por parte del National Tax Journal realizado por los autores Gerald Auten, Geoffrey Gee y Nicholas Turner de la oficina de análisis de impuestos del departamento de hacienda de Estados Unidos, se siguió a 29 mil individuos individuos como población representativa de aproximadamente 19 millones de individuos que tenían entre 35 y 40 años de edad en 1987. El objetivo era analizar qué tanto aumentaron sus ingresos para el 2007, se encontró que para ese año, el ingreso medio real de las personas que se situaban en el quintil más bajo en 1987 creció un 100%, y para aquellas que se encontraban en el 1% su ingreso medio real se redujo un 29%[20].
Otro estudio realizado por el departamento de Hacienda de Estados Unidos consistió en analizar a 96 mil 700 personas como muestra representativa de 117 millones de personas que pagan impuestos entre el periodo de 1996 – 2005.
Durante el estudio se encontró que las personas que estaban en el quintil más bajo, su ingreso medio aumentó un 90%, el ingreso medio de las personas que estaban en el 1% en 1996 se redujo un 24.2%[21].
Sin considerar que, según un estudio de la Universidad de Princeton sobre la movilidad social de los inmigrantes del periodo 1910 – 2015 que dio como resultado el hecho que la movilidad social de los hijos inmigrantes es mayor al de los nativos de 3 a 6 puntos porcentuales[22].
Para completar los hechos hay que presentar el artículo publicado el 2014 en el New York Times que se tituló “From Rags to Riches to Rags”, el cual, estuvo a cargo del profesor de bienestar social Mark Rank de la Universidad de Washington y de Thomas A. Hirschl de Cornell. Ambos investigadores siguieron a individuos de entre 25 y 60 de edad por 44 años, encontraron que 73% de los estadounidenses adultos estarán en el quintil más alto de ingreso por un año, 56% lo estarán en el decil más alto por un año o más, y 12% en el 1% por un año o más[23].
Si nos concentramos en medir la movilidad social por métricas subjetivas, por ejemplo, preguntarles a las personas si ya lograron el sueño americano, nos encontramos a una encuesta realizada a una muestra representativa de 2 mil personas que realizó el financiero Gonzalo Schwarz del Archibridge Institute. En la obra se afirma que el 80% de los adultos estadounidenses ya lograron o están logrando su sueño americano y que 83% creen que tienen igual o más oportunidades que sus padres[24].
Aunado con lo anterior, un estudio del Brookings Institute encontró que existen sólo 3 simples reglas para no ser pobre en Estados Unidos:
- Egresar de la preparatoria
- Conseguir un trabajo de tiempo completo (ya que la tasa de pobreza de los trabajadores de tiempo completo es de menos de 3% según el departamento de trabajo de E.E U.U[25])
- No tener hijos hasta casarse o tener la mayoría de edad, quienes siguen esta regla 75% se une a la clase media (definido como alguien que gana $55,000 dólares anuales o más)[26].
Los datos previos resultan prioritarios ya que según el Census Bureau (oficina del censo), 66% de los hogares en el quintil más bajo no tienen a nadie trabajando mientras que 77.8% de los hogares en el quintil más alto tienen a alguien que trabaja tiempo completo en sus familias[27].
Concentrándose en el origen de los multimillonarios, nos topamos con que la mayoría hizo su propia riqueza. Por ejemplo, de acuerdo con la revista Forbes, el 69% de los multimillonarios de la lista crearon su propia riqueza[28]. Con base en ese análisis se le suma el del Peterson Institute of International Economics sobre los multimillonarios y el origen de su riqueza a nivel mundial que revela que el 69.6% creó su riqueza en 2014, comparado con el 55.3% que era heredado en 1996.
En conclusión, no importa desde qué perspectiva uno mire la situación económica de Estados Unidos, el país sigue siendo un área de oportunidades. Es cierto, aún se pueden hacer diversas reformas que ayuden a la economía.
[1] https://www.weforum.org/agenda/2020/11/productivity-workforce-america-united-states-wages-stagnate
[2] Joseph stiglitz (2018). Capitalismo progresista, pag. 67
[4] https://www.cbo.gov/system/files/2021-08/57061-Distribution-Household-Income.pdf
[7] https://fred.stlouisfed.org/series/MEHOINUSA672N
[8] https://fred.stlouisfed.org/series/MEPAINUSA672N
[9] https://www.cato.org/commentary/annoying-persistence-income-stagnation-myth
[10] Michael R. Strain (2019). The American Dream is not dead (put populism could kill it), Pag.45
[13] https://www.theguardian.com/commentisfree/2021/mar/13/american-dream-broken-upward-mobility-us
[14] Joseph stiglitz (2018). Capitalismo progresista, pag. 80
[15]https://www.pewtrusts.org/~/media/legacy/uploadedfiles/pcs_assets/2012/PursuingAmericanDreampdf.pdf
[17]https://www.pewtrusts.org/~/media/legacy/uploadedfiles/pcs_assets/2012/PursuingAmericanDreampdf.pdf
[18] http://www.equality-of-opportunity.org/papers/abs_mobility_paper.pdf
[19]https://www.pewtrusts.org/~/media/legacy/uploadedfiles/pcs_assets/2012/PursuingAmericanDreampdf.pdf
[21] https://home.treasury.gov/system/files/131/Report-Income-Mobility-2008.pdf
[23] https://www.nytimes.com/2014/04/20/opinion/sunday/from-rags-to-riches-to-rags.html
[24] https://www.archbridgeinstitute.org/wp-content/uploads/2021/07/2021-American-Dream-Snapshot.pdf
[25] https://www.bls.gov/opub/reports/working-poor/2018/home.htm
[28] https://www.forbes.com/sites/jonathanponciano/2020/09/08/self-made-score/?sh=74344d441e47