Mi primer recuerdo es tu voz.
Llamando desde la distancia, ignorada, resonando en ecos vacíos, la escuché y prometí borrar el dolor de tu voz.
Mi segundo recuerdo son tus ojos.
Llenos de miedo y tristeza, buscando un milagro, los admiré,
y prometí llenarlos del brillo de las memorias de nosotros juntos.
Mi tercer recuerdo es tu olor.
En mi pecho cada abrazo tuyo para siempre lo guardé,
y prometí llenar tu ser de una vida multicolor
Mi último recuerdo es tu amor
Incondicional, único e irrepetible, por siempre lo recordaré,
Y que en nuestra próxima vida pueda cumplir mis promesas, espero con fervor.
Columna desarrollada por estudiantes de la Escuela de Comunicación y Empresas de Entretenimiento de la Universidad Anáhuac Mayab en el marco de la asignatura «Narrativa Literaria».