“En algún lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”.
Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
En algún lugar de la memoria cultural persiste la inolvidable historia de un personaje icónico de la literatura, aquel caballero andante, flaco, de armadura valerosa que se levantó en lucha contra gigantes de viento: don Quijote de la Mancha. El creador de esa narrativa de aventuras matizada por la sátira y la comicidad es el ingenioso Miguel de Cervantes, el máximo representante de las letras españolas, autor de uno de los libros más importantes de la literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
La literatura celebra el nacimiento de Miguel de Cervantes el 29 de septiembre de 1547. De manera que, se engalana conmemorando 476 años de que naciera el máximo novelista, poeta y dramaturgo de habla hispana. Para celebrar el cumpleaños de este ingenioso escritor, he aquí algunos datos interesantes que tienes que conocer de su vida.
Miguel de Cervantes: las aventuras del hombre detrás de la novela
En la vida de Cervantes hay aventuras, batallas, anécdotas y hasta una orden de captura en su contra. Acontecimientos que, sin duda, influyeron en la idea creativa, el discurso literario y la construcción del protagonista de su obra cumbre, don Quijote.
Como acontece con muchas leyendas de la literatura, el paso del tiempo difumina con la incertidumbre los datos de su vida. Respecto a Cervantes, el lugar y la fecha de su nacimiento son inciertos. Desde el siglo XVIII, se admite que fue en Alcalá de Henares, ya que ahí se le bautizó. Respecto al día, se cree que fue el 29 de septiembre, pues se celebra el día del arcángel San Miguel, ya que se acostumbraba recibir el nombre del santoral.
Retrato de Miguel de Cervantes, atribuido a Juan de Jáuregui. Cabe señalar que no se ha determinado su autenticidad.
(Photo by Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
Se dice que, cuando tenía 22 años de edad, se fue a Italia, escapando de una orden de captura que emitió el rey Felipe II en su contra, ya que se le acusaba de herir a un hombre en duelo. Poco tiempo después, su vida volvió a dar un giro cuando ingresó al ejército.
La batallas de Saavedra, “el manco de Lepanto”
Europa vivía momentos de tensión con la expansión de los turcos, de manera que en 1571, se creó la Liga Santa para hacerles frente. Así, el 7 de octubre de ese año, una flota de más de seiscientas naves entró en combate en Lepanto, Grecia. Ahí, Cervantes tripulaba alguna nave, orgulloso iba al combate, acontecimiento que describiría como “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”.
Sin embargo, al calor de la batalla, una bala le seccionó un nervio de la mano izquierda, haciéndole perder la motricidad. Por lo cual, le llamaron “el manco de Lepanto”. Incluso, meses después, cuando se dio a la escritura, explicó que añadió “Saavedra” a su apellido, pues significa “manco” en dialecto argelino.
En septiembre de 1575, la galera en la que viajaba con su hermano fue capturada por los musulmanes, llevándolos a Argel, donde pasó cinco años como esclavo. Mientras su familia reunía los 500 escudos de oro pedidos por su rescate. En realidad, Cervantes no era un personaje famoso, pero sus captores encontraron una carta de recomendación entre sus cosas, firmada por Juan de Austria, hijo ilegítimo de Carlos V, y creyendo que podían sacar mucho dinero, le privaron de la libertad. Se dice que, cuatro veces intentó escapar, pero fue imposible.
La inspiración y la pluma del cautiverio
En los cinco años que estuvo cautivo, Cervantes se dedicó a la escritura, creando dos obras: Los baños de Argel y Los tratos de Argel. Hasta que la Orden de la Santísima Trinidad pagó el rescate. En este período escribió su primera novela, La Galatea, de corte pastoril, con la intención de ganar dinero para ayudar a su familia endeudada por el rescate.
Sin embargo, Cervantes siguió metiéndose en problemas, pues cuando ocupaba el cargo de recaudador de impuestos fue acusado de apropiarse de dinero público, por lo cual, fue encerrado en la Cárcel Real de Sevilla, en 1597. El destino le llevó ahí para iniciar la escritura de una de las obras más representativas del ingenio humano, una de las obras icónicas de la literatura universal: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, la primera novela moderna
Con casi 60 años de edad, estando preso, Cervantes creaba la historia de un hidalgo que, como él, recorriera mil caminos de aventuras. Sin duda, la vida del autor se reflejaba en las páginas de la voluminosa obra. Un caballero, un hidalgo, que rompía el estereotipo medieval de aquellos héroes estéticamente confeccionados en los libros de caballerías, cuya estructura literaria corresponde a un modelo episódico que narra hazañas fantásticas y batallas contra monstruos, dragones, gigantes y hasta brujas que, al vencerles, legitimaban su heroicidad. Además, editados con belleza y elegancia.
Con la creación de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Cervantes rompía un esquema literario y daba a luz a la novela moderna, a partir de una narrativa cimentada en un innovador uso del español con diálogos coloquiales, frescos, que te hacen sentir al personaje.
La invención del Quijote: del papel a la inmortalidad
Alonso Quijano, universalmente conocido como Don Quijote, quien tiene el sueño de ser un caballero andante, cuyo perfil psíquico raya en las alucinaciones, es el personaje central de la novela de Cervantes, publicada en 1605, al menos, la primera parte.
Portada de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, primera edición (1605). Reproducción digital de la 1a edición de Madrid, por Juan de la Cuesta. Localización: Biblioteca Nacional (España). Sig. Cerv. /118.
(Photo by Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
A través de Don Quijote, un caballero, un hidalgo ingenioso, hábil, de físico alejado de los caballeros medievales: cincuenta y tantos años, flaco, montado en un caballo tan flaco como él, y ataviado con una armadura obsoleta…, sin duda, «un caballero de triste figura», cómo dice el texto. Es así como Cervantes crea un relato satírico que rompe con la tradición de literatura caballeresca medieval. A cambió, hace surgir a la novela moderna.
Cervantes logró la proeza de los grandes escritores: crear un personaje y fusionarse a él. Si acaso, el Quijote es uno de los personajes más famosos de la literatura. Cervantes y Don Quijote tienen un vínculo tan fuerte que ni los siglos han podido romper, están unidos más allá de una narrativa creativa, satírica, ingeniosa.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha representa una historia que forma parte de la cultura inmaterial de la humanidad: Sancho Panza y aquel «caballero de triste figura» capaz de luchar contra monstruos que no son más que molinos de viento, el Quijote, caballero valeroso que vaga errante motivado por la gloria y el amor por su Dulcinea –personajes de la imaginación e ingenio de Cervantes–, que viven en la memoria colectiva y, especialmente, en nuestro corazón.